Mi nombre es Fernando y mi padre se llamaba José Gabriel, he
tenido una vida dura y por lo que entiendo será muy breve. Sé que encuentro en
la muerte mi liberación, pero como quisiera que mi gente sea libre pero no la
libertad que trae la muerte. Quiero lo que quería mi padre libertad para mi
gente.
Mi cuerpo tiene casi 27 años pero aparento muchísimos más,
comencé a morir el día que murieron mis padres, lo recuerdo como si fuera ayer,
estábamos en la plaza del Cuzco, ciudad que antes era el ombligo del mundo
ahora invadida por los españoles. El delito de mi padre fue querer ser libre y
culpan a mi padre de los mismo que hacían sus antepasados al querer liberarse
de los celtas, los fenicios, cartaginenses, griegos, romanos, ingleses y
demás tribus que la han invadido España.
Mi padre quería liberar a su pueblo, librarlos del abuso que
cometían con mi pueblo, nos tratan como ganado, ¿no se dan cuenta que somos
humanos como ellos?, nunca antes en estas tierras se vio lo que a él le
hicieron.
Aun lo recuerdo como si fuera ayer, mi madre y mi hermano
Hipólito murieron a patadas, mi madre no duro mucho, las patadas de los
españoles la rompieron por dentro , vi cuando vomito sangre y luego quedo
tendida en el suelo, mi hermano ya era un hombre y soporto más los golpes pero
finalmente murió.
MI padre y yo fuimos obligados a ver todo esto, el rostro de
mi padre no hizo mueca alguna pero sabía que se sentía como yo en ese momento
luego fue atado a 4 caballos para romper su cuerpo, pero la fuerza de mi padre
resistió la fuerza de esos caballos flacos y maltratados. El soldado que me
tenía prisionero me obligaba a tener los ojos abiertos y a mirar sin pestañear.
El brazo se zafó de su sitio con un sonido horrible pero aun
así se mantuvo pegado al cuerpo de mi padre. El espectáculo era horrible así
que cambiaron de estrategia, dos hombres sujetaron a mi padre y delante mío
cortaron su cabeza. Vi los ojos de desesperación de mi padre y sin embargo no
hizo ningún gesto de dolor, solo cuando su cabeza cayó al suelo lejos de su
cuerpo pude llorar.
Dentro mío se gestó un grito ensordecedor que salió por mi
boca, todo el dolor y la cólera explotaron en mí, llenando de horror a los
presentes, grite como nunca antes lo había hecho, las madres que observaban el
asesinato de mi padre lloraban extendiendo los brazos al Dios Inti para
hacernos justicia, pero los dioses son así, ignoran nuestro dolor.
Trozaron el cuerpo de mi padre como se troza a una vaca y
repartieron sus restos por toda la región, como una muestra de lo que le sucede
a todo aquel que se oponga al dominio español, pero se equivoca quien quiere
apagar el fuego soplándolo solamente lo aviva más.
Sé que mis ojos no verán la libertad, pero los ecos de mi
grito aun retumba en la plaza de armas de Cusco, esto es solo el comienzo, Yo
soy el hijo de José Gabriel Condorcanqui a quien sus paisanos llamaban Tupac
Amaru, sé que vienen tiempos difíciles, solo quiero libertad, sé que la muerte
me libera mi cuerpo de estas ataduras.
Estoy leyendo la cuarta espada, sobre
un revolucionario HDP que causo más daño al país que muchas invasiones pasadas,
y en dos líneas recordé la gesta que comenzó José Gabriel Condorcanqui que
finalmente terminaría con nuestra independencia muchísimos años después.
Imagine lo horrible que debió ser para él y su hijo presenciar la ejecución de
sus seres queridos, un método que usaba el HDP de Abimael Guzmán para lograr
sus objetivos , desafortundamente la imagen de Tupac Amaru se asocia a un grupo
terrorista por eso en mi relato he evitado usar su nombre hasta el final. Antes
igual que ahora esperamos un día de liberación!
Buen relato de épica, necesario para encender los ánimos y unir voluntades para fines propios ante adversarios comunes; pero, como todo relato épico, la leyenda desplaza a la verdad histórica; independientemente que la historia la hagan los vencedores.
ResponderEliminarAyer hablábamos del Estado Islámico, siguen ESE patrón. Hasta el siglo XVIII, con los Decretos de Nueva Planta, que empezaron a hablar de Las Españas, éramos una Confederación de reinos y territorios unidos en la figura del monarca; la conquista, no la hicieron los españoles, que no "existían", sino los castellanos, que la sufragaron. En ese sentido, el que escribe el relato, "para arrimar el ascua a su sardina", era tan español como lo fueron los españoles cuando lo fueron.
No conocía la historia de Tupac Amaru y su fin según, un método de ejecución de la época:
http://es.wikipedia.org/wiki/Desmembramiento
pero veo que ya habían asumido que no se adquirían las facultades del adversario vencido al COMERSE sus restos; en eso habían perdido sus orígenes también.
Ahora; vuelven a hacerse esas aberraciones caníbales:
http://www.periodistadigital.com/america/sociedad/2015/03/06/el-ei-le-da-de-comer-a-una-anciana-madre-carne-de-su-hijo-descuartizado.shtml
wow! eso si que esta fuerte!
EliminarNo hay cosa más cruel que obligar a la familia a ver cómo ejecutan a uno de sus miembros, sobre todo si la muerte es un suplicio. Hay que ser un canalla.
ResponderEliminarUn saludo.
pues si!
EliminarIntenso relato. A veces los hombres somos excesivamente crueles...O quizás siempre
ResponderEliminarSaludos Gary
es curioso porque los incas aplicaban toruras igual de horribles a sus subditos. Por eso cuando llegaron los españoles encontraron facilmente aliados entre los enemigos del Inca
EliminarCuanta crueldad. Nunca vi a Túpac Amaru como a un terrorista, su causa era la más justa. Abimael solo buscaba poder.
ResponderEliminarQué libro estás leyendo? Pásame el dato :)
Si, lo de Condorcanqui fue de esas empresas que marcan un antes y ahora
EliminarEn estos tiempos las cosas son más fáciles, un drone persigue y aniquila a quién se oponga a sus apetitos imperiales; si otros son aniquilados, solo son daños colaterales.
ResponderEliminarjajajaja pues si!
EliminarMuy buen relato, bastante real la manera en la que logras narrar el dolor y padecimiento del hijo de Tupac!.
ResponderEliminarSaludotes!!!
muchas gracias!!
EliminarCari listo el post pedido y otro más espero te guste y lo compartas.
ResponderEliminarSobre la historia del Perú, pues yo creo que Cortés y Pizarro que además de ser primos eran unos cabrones sin escrúpulos, me recuerda a nuestro Cuahutémoc.
si , lo leí!! muchas muchas muchas gracias!!
Eliminareres lo máximo!
Me gustó Garys, es cierto lo de José Gabriel, su valentía fue usada como disfraz para la violencia injustificada de un grupo terrorista, pero nosotros sabemos el verdadero valor de su nombre. Un abrazote Garys grandote :3
ResponderEliminares cierto! y mancharon su nombre por largo rato!
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