jueves, 5 de marzo de 2020

Algún día te lo mostrare


Hoy termine el libro de Renato Cisneros, debo decir que al comienzo me gusto, pero luego me di cuenta que es una catarsis de muchísimas páginas, no tengo nada en contra de las catarsis, yo mismo me desahogo escribiendo, pero este caso es particular, el autor se muestra a si mismo como un ser timorato, dubitativo, se pone zancadillas mentales el mismo y tiene un perfil auto destructivo que me sorprende, luego de haber leído muchísimas de sus entradas en BUSCO NOVIA el blog que nos hizo conocerlo e identificarnos con él en cada línea escrita me di cuenta que ahora ya es un adulto que no ha madurado, (aquí debo aclarar que uno puede ser maduro y sin embargo estar en contacto con su niño interior).

La frase que da origen al nombre del libro es la parte mas floja, me pregunto qué criterio usó para escoger el titulo del libro, se nota que no hubo mucho rigor (o vigor) al hacerlo, porque al final nos enteramos que en realidad es una carta de disculpa (la mas larga que he leído). Al leer este libro me convenzo que para tener hijos hay que sacar una autorización, así como un DNI o un brevete, no todos deberían reproducirse, no a todos se les debería permitir ser padres biológicos Jajajaja. Hay personas que se lamentan diciendo, todos me abandonan, todos se alejan de mi y no se dan cuenta que son ellos mismos los que con sus actos (o inacciones) alejan a la gente que los quiere. A mi este tipo de personas me decepciona, conozco algunos.


No te confundas no hablo mal del libro, esta escrito de una manera muy intima y directa que te permite identificarte con el autor de inmediato, te hace reír, llorar y pensar, no es un libro extenso (es mas bien una carta larguísima), el autor se desnuda de manera descarada y nos permite ser testigo de sus pocas fortalezas y sus muchas debilidades (lo que hace fácil identificarse con él) su estilo ha mejorado. Mientras lo leía y analizaba lo que me hacía sentir y pensar, lo imagine como si fuera un leproso que ante nuestros ojos se arranca tirones de su propia carne, mostrándonos en cada página sus más íntimos recovecos hasta que al final del leproso quedan solo los huesos y es al final donde podemos identificarnos con él, sentir pena por este hombre cobarde, pero he ahí mi dilema, ¿acaso un cobarde hace lo que hizo este autor? Exponerse de esta manera requiere altas dosis de valor y coraje, Pedir disculpas requiere mucho amor y mucho valor y eso es algo que pocas personas hacen.


Cuando un libro te deja pensando, riendo o te traslada de la tristeza a la alegría al voltear la pagina es entonces un buen libro. ¡Indagando más me di con la grata sorpresa de algo que nunca antes había visto! ¡¡Las entradas de un blog se convertirán en una película!! Aquí una muestra.