Revisaba el sobre que me entregaron, entrar a la casa de mi padre fue extraño, no tenia recuerdos en esa casa, yo no crecí en esa casa, sus hijos menores que yo, me vieron llegar como el extraño que soy. Ellos también se veían golpeados, unidos por la sangre de nuestro padre, somos perfectos desconocidos, en mi larga vida es la segunda vez que los veo. La ultima vez que vi a Braulio era un niño de 7 años, me trato de señor, yo lo vi de pies a cabeza y no nos parecíamos en nada, tampoco se parecía a mi padre, excepto por su cabello rizado y negro. Mi nombre es Gary, no me digas señor soy tu hermano mayor le dije, conversamos poco es difícil la conversación entre un niño de 7 años y un adulto de 35, su madre llego unos minutos después e interrumpió nuestra conversación para siempre.
Hoy lo veo
hecho un adulto, en su mirada veo tristeza fingida, se que su familia también la
rompió mi padre ¿o debería decir nuestro padre?, su hermana mayor ¿o debería decir
nuestra hermana? Se acerco con mirada fría, ya no es la adolescente que
recuerdo, su mirada fría me recuerda a Connie cuando esta molesta, no me dice
nada y pone la mano sobre el hombro de su hermano y le hace saber que quiere
que lo siga.
En esta
casa que no conozco, veo objetos humildes y ordenados diligentemente, salen
unas niñas que no saben que su padre está muerto, son muy pequeñas para
entender el concepto de la muerte y lo infinito que es. Detrás de ellas sale
una jovencita de 17 años calculo, ya la conocía de antes, cuando la vi por
primera vez hacia de lazarillo de mi padre, el bastón que ayudaba a su viejo
padre ¿o debería decir nuestro?, ella fue la que me entrego el sobre, esto dejo
mi papa para ti, me dijo con una voz dulce y sincera.
Sentía mi
cuerpo cansado, me senté y abrí el sobre de papel grueso, dentro solo había fotos,
en la primera foto estaba yo tendría unos meses quizás 1 año, sentado en el pasto,
cerca de un riachuelo, las hojas verdes y arboles frondosos detrás, en la
segunda estaba yo un poco mas grande, era el mismo sitio, el mismo ángulo, los
mismos arboles detrás, en la tercera y en la cuarta foto y en las siguientes
eran 10 en total, casi todo permanecía igual, los arboles en el fondo se veían más
grandes y cambios mínimos pero estoy seguro que era el mismo sitio, pude ver
mis cambios hasta los 10 años. Las primeras fotos eran en blanco y negro y las
ultimas en color.
Cuando termine de ver las fotos, me invadió la tristeza, lo que parecía ser un detalle bonito, era en realidad un golpe mas de los muchos que ha dado en su vida, su sonrisa final, coloque las fotos en el sobre, con este ultimo acto de crueldad que no logro su cometido me di cuenta de que quien acepta el insulto lo merece, me acerque a su urna y coloque el sobre debajo. Dicen que el hijo dejar de ser hijo cuando muere el padre. Sali de su casa y cuando llegue al marco de la puerta justo a punto de salir a la calle, el sonido de la alarma me despierta.