La magia no es como te la cuentan en los cuentos de niños,
la magia si existe, solo un ojo entrenado puede percibirla, esta historia es
sobre un jovencito su nombre en vasco significa casa nueva o Castillo,
digo que es una gran coincidencia que pocos detectaran.
Javier no lo sabía pero tenía magia, era diferente a los demás,
poco común, diferente, único, tenía lo que los comunes llamamos un buen corazón.
Y eso lo hacía más raro aun pues cómo va el mundo gente como él se hace más
necesaria.
Al no saber sobre su enorme poder tropezaba en ocasiones, lastimándose
y lastimando a otros sin querer y su buen corazón sufría por el dolor suyo y el
ajeno. Aunque joven conoció el amor en contadas ocasiones, algunos amores
fueron sinceros y otros no tanto, unos le dejaron recuerdos bonitos y otros
hondas heridas.
Pero lo bueno de tener buen corazón es que finalmente
reconoces que las cosas pasan por algo y aceptas con humildad que las cosas no
siempre suceden como deseas y que las pruebas a las que te somete la vida son
para hacerte una mejor persona.
Javier es guiado por el corazón, por la necesidad, por el
destino a encontrar nuevos horizontes, se prepara para un largo viaje, alista
sus alforjas con diligencia y una voz que le es conocida llega a él como un
susurro, No lleves cosas que no necesitaras allá donde vas, deja tu miedo, pesa
mucho, abandona los rencores, deja olvidada las cosas malas de tu pasado ya no
las necesitas, incluso deja las cosas buenas a los que quieres.
El reconoció esa voz de inmediato, pues se le aparece en
sueños, sus cabellos blancos y ensortijados se juntaron a los suyos y luego se desvaneció
en el aire, así supo el que no importa donde vaya ella estará siempre a su
lado.
Lleva en sus alforjas un beso con destinatario, lleva también
un poco de incertidumbre pues es siempre necesaria en los largos viajes, lleva paciencia, mucha humildad y todo lo que puedas de ganas por aprender, recuerda hijo siempre aprender.
La tristeza se disuelve con la voz que tanto quiere y mientras
sonríe se ilumina su rostro, las cosas que hay por hacer, personas por conocer,
amores para amar, pero sobre todo aprender.