You have to make lemonade

Hoy es el último día de clases, los próximos 3 días serán un encuentro con la realidad, haremos trabajo de campo.

Una cosa es con el maniqui y otra en la vida real

No han sido fáciles estos días pero tampoco quiero engañarlos no ha sido un calvario, yo pensaba que mi ingles era bueno, pero no es lo suficientemente bueno, en los exámenes he fallado en algunas preguntas porque no entendía una palabra que le daba sentido a toda la pregunta.

Aun así no he jalado ningún examen y mis notas han sido más que aceptables. He tenido la suerte de tener 3 buenas instructoras, enfermeras todas ellas.

He tenido problemas con el idioma, las personas hablan tan rápido que debo concentrarme mucho y lo otro es que aunque mi pronunciación es buena a veces me confundo y termino pronunciando otra cosa.

La más reciente fue jelly por yellow, no sé qué le paso a mi lengua en ese momento que cambio una palabra por otra y cambio el contexto a toda mi oración causando risa entre mis compañeros.

Esto ha hecho que tengan más paciencia conmigo, no negare que es un poco frustrante pero hoy luego de casi un mes he entendido lo que una de mis instructoras me decía.

Gary you have to make lemonade, Laurie es una enfermera mayor, es amable y cariñosa, es una enfermera poco común irradia calor con su presencia, confieso que no entendía porque me decía eso, lo tenía fuera de contexto, ¿Que tiene que ver una limonada con todo esto?

¿Si del cielo te caen limones? Pues haces limonada, es lo que intentaba decirme todo este tiempo y hoy el último día me doy cuenta. Yo no soy de los problemáticos, de esos que se quejan de todo, trabajo con lo que tengo y trato de aprovechar al máximo los recursos.

Siempre me he considerado como “manos” soy de los hace cosas, de los que piensa y hace las cosas.

Visa para un sueño.

Recuerdo como si fuera ayer! El 1ero de Agosto fue lunes, no pude dormir bien, estaba muy nervioso. Siempre me preparo para lo peor! Siempre tengo un plan B, siempre trato de tener un plan de contingencia pero esta vez no había nada que podía hacer la decisión no estaba en mis manos.

El atentado perjudico a muchísimas personas 

No lo he contado nunca antes, pero mi primera cita a la embajada fue el 17 de setiembre del 2001, si 6 días después del atentado más grande que sufrió Estados Unidos, recuerdo que ese día a todos les dijeron que no, mi cita fue a golpe de 4pm y solo veía caras tristes esa tarde. Siempre he dicho que yo me considero una víctima de ese atentado. Fue eso lo que me mantuvo alejado de mi familia todos estos años.

Es feo cuando te dicen que NO

Recuerdo mucho que había una señora joven y guapachosa que lloraba, suplicándole al tipo detrás de la ventanilla que lo reconsidere. Como dije antes a mí me dijeron que NO casi al instante, era una señora morena muy seria y con un vozarrón que parecía de fumador empedernido, me miro a través de sus lentes y luego de arriba abajo y pronuncio su sentencia, “lo lamento, su petición ha sido denegada” yo tenía una sensación de tristeza que demoraría años en diluirse. Así de pronto mi familia se separó.

No fui elegante, pero estaba presentable

Ese recuerdo me acompaño la mañana del 1ero de Agosto del 2016 no quise comprar ropa especial para la entrevista, unos amigos míos me dijeron que vaya en terno, pero me queda mal y odio usarlo. Decidí ir presentable solamente.

Mi cita estaba pactada para las 7:45 y debía estar 30 minutos antes, debí dejar mi celular y llaves fuera de la embajada para poder entrar, fue la primera vez que tuve que pasar por un detector de metales, sacarme la correa y zapatos para ingresar a la embajada. El trato fue amable y cordial pero aun así me sentía un poco vejado, yo soy un ciudadano y no una amenaza.

Dentro de la embajada nos separaron en grupos, había 3 personas antes que yo, al primero le dijeron que No luego de una entrevista de casi 15 minutos, sé que todos escuchábamos todo lo que le preguntaban y me parece que le faltaron algunos documentos, (si tienes la partida de nacimiento de tu bisabuelita! Llévala! te piden que demuestres todo), esa negativa me puso nervioso.

Estaba hecho literalmete un manojo de nervios!

Luego de un momento me llamaron yo era un manejo de nervios, pero yo siempre llevo la procesión por dentro, me acerque y el señor que me atendió fue amable, cordial y rápido, me hizo algunas preguntas, mostré los papeles que confirmaban mis respuestas, miraba mis documentos y luego su pantalla, se tomaba su tiempo, salió de su ventanilla y se ausento por unos segundos que a mí me pareció una eternidad. Me entrego un papel escrito en azul y rojo, me dijo lea esto por favor, prestara juramento en unos 5 minutos.

Efectivamente luego de 5 minutos, me llamaron, leí el juramento hacia una cámara, estaba jurando que todo lo que diría de ahora en adelante es la verdad y nada más que la verdad. Me hicieron más preguntas y luego de unos segundos me dijeron Bienvenido a los Estados Unidos su petición ha sido aceptada.

Y así fue el comienzo de esta pequeña aventura, aún tengo mucho por sacarme del pecho…