Ha pasado una semana desde que comenzaron mis vacaciones y
siento que por fin puedo descansar. Me han llamado de mi trabajo casi todos los
días y me parece que hay problemas por todos lados. Me gustaría ayudar pero
estoy lejos.
Recuerdo que cuando hable con mi gerencia pedí por favor que
se me diera solo una semana de vacaciones en lugar de los 15 días que usualmente
tengo (esto ocurre dos veces al año) pero la gerente solo me dijo necesito que descanses bien, descansa un
mes.
Esto claro tendrá dos desenlaces cuando regrese me dirán
hasta aquí nomas o que al regreso efectivamente tenga taaaaantas cosas por
hacer que podría volverme loco.
He recibido una noticia que podría darle un giro de 180º a
mi vida, pero no puedo hablar de ello porque no tengo nada concreto aun, solo
espero que las cosas resulten como deseo.
He estado haciendo trámites toda la semana, he tomado unas
clases de manejo y eso me ha tenido ocupado.
Han circulado algunas historias en mi cabeza pero hay una
que me persigue varios días, la soñe así que la cuento para ver si deja de
perseguirme, es como si se repitiera a cada rato para que la cuente.
Estoy en la playa sentado en la orilla de, allí donde el
agua acaricia la arena. Mis piernas bronceadas descansan en la arena, juego con
mis pies y la arena, veo como diminutos granitos de arena se depositan entre
mis dedos. Siento la brisa marina y el olor salado.
Una escena relajante para mí, debo mencionar que cuando voy
a la playa es solo para dormir, el sonido de las olas es muy relajante para mí,
la bulla de las gaviotas y ese olor salado me adormitan.
LO extraño es que a mis costados se encuentran dos enormes
lenguados, casi del largo de mis piernas, pero están ahí mansitos e
inamovibles, reconozco que me asuste al comienzo pero luego me dieron mucha
curiosidad, el del lado derecho se movió y me dejo ver su base blanca y lisa y
se apoyó en mi short como hacia mi perro cuando descansaba su cabeza en mi
muslo.
No sé qué significa mi sueño, pero recuerdo claramente que
luego de mirarlo los imagine en un apanado delicioso pero luego me arrepentí como
si esos dos peces fueran mis mascotas. Que sueño raro, así ha sido mi semana,
mi primera semana de vacaciones.