Sobre Isabel y Yo

De antemano debo decir que esta entrada no es objetiva pues leo a Isabel Allende desde muchos años y he aprendido a quererla y ese cariño hace que me vuelva ciego y sordo ante algunas faltas suyas que intentare deslizar por aquí.

Quiero contar algo muy curioso que me sucedió hace algunos años, cuando mi hermana viajo a EEUU me sugirió que lea la hija de la fortuna pues según ella era un buen libro que todo ser pensante debía leer (le doy la razón), ese fue mi primer contacto con la Autora y el buen sabor que me dejo me impulso a leer todos sus libros.

El 2004 fue un año terrible para mí, no tenía trabajo así que podía leer casi todo el día, debía administrar el poco dinero que tenía y algunos billetes fueron invertidos en libros de segunda mano en Amazonas (un lugar de lima que se dedica a vender solamente libros usados). Decía que fue un mal año y mi ánimo no era el mejor.

Recuerdo que cuando leía las ultimas hojas del libro Paula donde ella muere, yo empecé a llorar no solo por lo que había leído sino por lo mal que me sentía, enfermo y sin trabajo era una situación insostenible y en mi cama empecé a llorar como un niño. Al cabo de unos minutos recibo una llamada de mi hermana que había soñado que estaba mal y que por eso se comunicaba urgentemente, era aproximadamente las 2am.

En ese momento llegue a pensar que el “realismo mágico” no era tan descabellado como parece jajajaja Hay varias escenas en diversos libros donde puedo identificarme con los personajes masculinos porque he cometido infinidad de torpezas que ella describe como si me las hubiera visto, pero las coincidencias no acaban ahí.

En su penúltimo libro El juego de Ripper uno de los personajes se llama Gary y oooooh coincidencia es farmacéutico! Y es quien ayuda a desatar el nudo (al menos eso espero) no lo he terminado aún, porque olvide el libro en un restaurante y aún no he decidido volver a comprarlo (que si alguien quiere comprarmelo no me molesto :).

En el último libro El Amante Japonés me ocurre lo mismo, un detalle que hace que me vincule a la lectura, Ichimei es el personaje masculino que da título al libro y su apellido es Fukuda que por coincidencia es el apellido de mi primo Japonés.

Sin duda leer es un placer y aunque a veces se repite en sus temas y formas siempre lo hace de manera interesante y eso hace que no me aburra al leerla, tiene infinidad de detractores pero bueno que sería del mundo si todos pensáramos igual. Si no has leído nada de ella te sugiero le des una oportunidad que Leer no duele!!