Cuentos Ateos 2/9 : Es mi nombre

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Su piel rojiza y marchita contrastaba con sus ojos bellos, no cabía la menor duda ese ser contrahecho  en algún momento había sido un ángel. Su voz era grave y tranquilizadora y un ligero seseo lo hacia sonar como una serpiente. Al mirarlo me distraje por un momento de nuestra conversación. 

... Somos 7 sus primeros hijos, yo soy el mayor, dijo mientras mordía con cierta elegancia las galletas que mi sobrino le alcanzaba. Ya nos habíamos acostumbrado a su olor a azufre y ya no parecía molestarle mucho a mi sobrino.

Cogió la taza de chocolate con el dedo gordo y el índice y su meñique estirado le daba cierto aire refinado, aunque claro sus manos callosas y uñas negras de mugre disminuían su elegancia. 

Tal vez mi aspecto les desagrada mucho, pregunto con tono elegante, mi sobrino frunció la nariz mientras veía sus lustrosos cuernos.

Eso se puede arreglar, dijo mientras pasaba sus dos manos por su rostro así como cuando nos lavamos la cara y un rostro angelical reemplazo al rostro viejo y marchito, luego paso sus manos por sus brazos como cuando uno se unta el bronceador y su cuerpo fue cambiando, finalmente paso sus manos por sus miembros inferiores y su cuerpo cambio totalmente, delante nuestro se encontraba un joven. 

Lo único que no había cambiado eran los ojos, seguían siendo esos ojos bellos que hipnotizaban. El diablo era ahora un joven apuesto, su cabello castaño, su piel blanca y ropa a la moda, un jean de esos que los jóvenes lucen ahora, unas zapatillas plateadas que hacían juego con una correa del mismo color, su camisa de mangas tres cuartos de color blanco le daban un aire angelical. 

Es un disfraz, dijo mi sobrino, ahora entiendo a que se refiere mi mama cuando me dice que no debo fiarme de las apariencias, ¿Y tu como te llamas? 

Que lindo niño respondió el demonio haciendo una mueca mientras le revoloteaba el cabello Yo me llamo Sebastián interrumpio mi sobrino mientras se señalaba, definitivamente le había perdido el miedo al diablo, además con su apariencia angelical ya no había nada que temer o tal vez si.

¿Mi nombre? Me da curiosidad la facilidad con la que ustedes entregan su nombre, Yo tengo mucho nombres que dependen del lugar que visito, me conocen de muchas maneras, pero tal vez te es mas familiar mi primer nombre y me refiero al primero que tuve. 

El encanto de su voz era increíble, mi sobrino y yo no podíamos despegar los ojos de el. Pero yo he venido a contarles un cuento, bueno 7 en realidad, así que será mejor que comencemos de una vez que la noche nos será suficiente para contarles la historia de mis hermanos y la mía.

Pero no me has dicho tu nombre interrumpió mi sobrino con esa insistencia y curiosidad que tienen los niños, el joven abrió sus labios y el sonido mas hermoso inundo nuestros oídos… Luzbel es mi nombre.

Cogio un pedazo de galleta la hundió en su taza de chocolate y comenzó con la historia que nos había prometido...