La resurreción de mi Abuela

El martes a las 3:00 a.m. tuvimos temblor que me despertó, yo soy de esas personas que tienen la mala suerte de tener el sueño muy ligero y encima de eso, me cuesta mucho trabajo quedarme dormido. Resultado: Gary esta despierto desde el temblor. 

En el desayuno el tema principal fue el temblor, mi abuela con su gran sentido religioso, dijo que debíamos orar para que el Señor (no se a que señor se refería, aunque intuyo que hablaba de Dios) nos proteja. Yo siempre trato de hincarla con mis preguntas, ¿Abue y si Dios no existe? ¿No seria un desperdicio de tiempo el estar rezando a algo o alguien que no existe? Mi abuela abrió sus ojos como si mis palabras fueran un gancho al hígado y yo le hubiera sacado todo el aire de un solo golpe. Su sorpresa fue breve pero lo suficiente como para que Yo lo note, se recompuso casi de inmediato, se acomodo en su asiento y mientras untaba su pan, se preparaba a contarme una historia que he escuchado desde mi niñez.

La resurrección de mi Abuela, he modificado algunas cosas y omitido detalles que no vienen al caso.

Estela nació en la sierra de Lima, un lugar atravesado por un rió cargado de camarones y peces. Ella como todos los niños jugaba en el río pero un buen día ella cayo y se golpeo la cabeza con una piedra de río, ya saben como son esas piedras, grandes, redondas y resbaladizas. El asunto es que ella MURIO y su cuerpo fue arrastrado por el río aproximadamente dos kilómetros. 

El grito de los demás niños alerto a todos los vecinos, todos corrían en la ribera mientras el cuerpo de mi abuela se alejaba. Su tío fue a buscar cuerdas y monto en su caballo adelanto a mi abuela, amarro su cuerda al caballo y a su cintura luego se lanzo al río para interceptar a Estela y lo logro, pero ella ya había muerto.

El accidente conmociono a todo el pueblo de Carania, eran los años veinte y era literalmente otro mundo, las costumbres eran totalmente diferentes, en esos tiempos se velaba al cadáver durante dos días. Los vecinos llenaron la casa de flores de retama que tienen un intenso color amarillo mientras el cuerpo de mi abuela estaba rodeada de velas. Como mencione una vez, Estela era la mayor y vivía refugiada con su tía materna, ella estaba desconsolada por la muerte de su primer sobrina. 

Como todos los pueblos provincianos eran muy devotos y sucedió entonces el milagro, todos reunidos se pusieron a rezar y en la mitad de la oración mi abuela se incorporo y lanzo un grito desgarrador.

Es oportuno mencionar que ya le habían hecho las pruebas de rigor, acercaron el espejo a su boca para detectar cualquier halito que lo empañe, las evidencias del rigor mortis (me moría por usar esta palabra jajajaja) y el frío cadavérico se habían hecho presentes a las dos horas que recuperaron el cadáver. Sucedió algo muy curioso, la mitad de los presentes se quedaron arrodillados según ellos ante la presencia de un milagro y la otra mitad salieron asustados de la casa. 

Mi Abuela no recuerda absolutamente nada, esos dos días los perdió, cuando ella dio ese grito que sobresalto a todos los presentes era porque estaba convencida que acababa de salir del agua y que un hombre vestido de blanco le dijo que no podía cruzar una gran reja de metal y que tenia obligaciones con sus hermanos.

Yo claro a estas alturas de mi vida cuando me cuenta la historia me muerdo la lengua para no hablarle de terminos como hipotermia virtud por la cual la temperatura corporea  baja a niveles infrahumanos y menos de la catatonia estado donde uno se queda como muerto pero no lo esta.

Cuando era niño esta historia me asustaba, ahora me divierte! Que curioso temblor !