Su nombre no lo puedo revelar, pero tenía cara de Juan. Yo
calculo que tendría unos 19 o 20 años, yo estaba sumergido en mis reportes
cuando escuche un “ejem ejem” levante la mirada y lo vi, un tipo joven que tiene
cara de niño en cuerpo de adulto, musculado y de cabello corto y un poco
nervioso, tartamudeando me hizo señas para que me acerque.
Nuestra conversación duro unos minutos pero intentare
resumirla, “Juan” ha terminado su servicio militar (eso explicaba el cabello
corto y el cuerpo musculado) y temeroso me cuenta que no puede mantener una erección
y que tiene miedo que su enamorada lo deje.
Pero eso no fue todo, me contó que en el ejército lo
patearon varias veces en todo el cuerpo y una de esas lo patearon en los testículos
de tal manera que tuvieron que extirparle uno y ha notado que el que le queda
parece hacerse más pequeño con el tiempo (eso explicaría su rostro de niño).
En su mirada hay vergüenza me estaba confesando su más íntimo
secreto y yo me sentía indignado porque me trajo a la memoria unos recuerdos de
la vida militar donde el que tiene un pequeño poder abusa de él y hace lo que
se le antoja con los demás.
Estoy casi seguro que un Sargento mononeuronal abuso de este
pobre chico y le ha dejado heridas para toda la vida. Lo primero que le dije es
que tiene que denunciar al hijo de puta que le hizo eso y segundo ir al médico
para que comience una terapia hormonal, trate de no asustarlo, pero su falta de
vellos ya empezaba a ser notoria.
Juan me ha recordado algunas historias de la vida militar
que deslizare por aquí, espero se acuerde de lo que le dije.