miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cazado a la fuerza

Cuando estaba en 2do de primaria estaba en un colegio en la sierra de Arequipa, mis compañeros eran diferentes a los que tenía en Lima, la mayoría eran mayores que Yo, recuerdo que el mayor tenía 17 o quizás más, sobre el trata la historia hoy.

No recuerdo su nombre, pero recuerdo su aspecto, era más alto que la profesora, él era ya un hombre, vestía ropa de lana y un poncho marrón y yanquis (unas sandalias hechas con retazos de llantas) sus manos y pies eran enormes y estaban adornadas siempre con un borde de mugre en todas y cada una de sus uñas.
Tenía un andar gracioso que me recuerda mucho a Tizoc (si no sabes quién es chequea esto y te darás una idea de cómo caminaba) y aunque era un hombre atento con los profesores cuando ellos le perdían la vista se volvía en alguien majadero, lisuriento o quizás era mi mente infantil que asociaba las malas palabras a gente de mal vivir.


Un buen día antes de que llegue la profesora al salón él estaba al fondo del salón, hablando con otros chicos de 14 o 15 años (todos estábamos en 2do de PRIMARIA) y por lo que entendí él les relataba su primer encuentro sexual a los demás, el resto de los chicos lo escuchaban atentos, mientras él se esmeraba en los detalles, exagerando y retorciendo los hechos, yo que no quería escuchar eso me limite a ver a la pizarra y la llegada de la profesora rompió el hechizo que el ejercía sobre los demás.

Paso un mes o quizás más y a Arcata llego el bendito “vaso de leche” el estado otorgaba desayunos gratuitos a los niños en edad escolar y fue así que me vi obligado a hacer cola por un vaso de leche que parecía engrudo o una pasta intragable, yo ya había desayunado en casa pero igual debía tragar eso, fue así que llegue al salón con mi taza de engrudo humeante, pensando en la manera de deshacerme de ella.

Con el pretexto de devolver la taza aproveche para arrojar aquella masa al desagüe y al volver vi a un hombre con una escopeta buscando al susodicho! El hombre vino a llevárselo pues había “perjudicado” a su hija y se lo llevo a la vista y paciencia de todos, la profesora estaba muda.


El con su pasito gracioso camino detrás de su futuro suegro y se perdió en el horizonte, la profesora estaba asustada como yo y el resto de compañeros se reían y cuchicheaban entre ellos, claro que algo así no sucedería en estos tiempos (o al menos eso espero) ser cazado para casarte y “reparar el daño”, si parece que fuera en otro mundo en otros tiempos! Que será de su vida? Habrá llevado una buena vida? Su matrimonio sería bueno?  

17 comentarios:

  1. Un caso genuino de "shotgun marriage"! Eso ya casi no ocurre... otra bonita tradicion que se pierde, jejeje ;-P

    En mi preparatoria hubo un caso similar, un maestro (gay amanerado a mas no poder) embarazo a una alumna (????) durante un viaje. El padre de la chica lo fue a buscar y se rumora que, pistola en mano, le dijo "Mi nieto va a tener padres casados o un padre muerto. Usted decide profesor.". Y se casaron....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja si que pena que se pierda una costumbre tan sana como esa! jajaja

      Wow un poderoso argumento del padre! jjjaja

      Eliminar
  2. No sería el "Leoncio Prado", el de La ciudad y los perros, de tu paisano célebre Vargas Llosa, también de Arequipa.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaja bueno el leoncio prado esta en el callao, y mi colegio en Arcata! jejje

      Eliminar
  3. No creo que nadie casado a la fuerza pueda ser feliz.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Pobre muchacho, aún aprendiendo la tabla de multiplicar pasó a tener que resolver un problema de multiplicación de la especie. Ojalá aquella muchacha fuera realmente su gran amor, y que hayan sido felices. Un lío que un simple condón hubiera evitado. Preciosa historia. Un abrazote, Gary.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. pues tan muchacho no era jajajaja

      Pues si, un condon le hubiera ahorrado el embarazo, pero creo que no el matrimonio! porque en la sierra del peru! si lo tocas! lo compras!

      Eliminar
  5. Que bonita historia Garochito, a veces uno no se da cuenta de lo valioso que es la experiencia de vida hasta años después. Hace unas semanas mi hijito se demoraba para salir de la casa e ir al colegio. Un poco enojada se me ocurrio decirle que si no se apura no lo podría llevar en carro y tendría que ir caminando a la escuela. Por su puesto se horrorizo. Y le dije que es un niño afortunado, otros niños tendrían que ir a su escuela que esta super lejos, caminando y sin chistar por que quieren estudiar. Así? Quien? Si hay niños le dije y de tu misma edad, y le conté tu historia, cuando tenias que ir caminando, cruzando la puna de Arcata al pueblo vecino donde estaba tu colegio. Abrazos Connie

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, yo recuerdo cuando tenia caminar en la nieve y esquivar a las llamas y alpacas que practicaabn conmigo tiro al blanco!

      Eliminar
  6. Cosas que pasan a los jóvenes que presumen de sus conquistas ante los otros y mira por donde a éste le salió mal la aventura, tuvo que casarse y a punta de escopeta, jeej, que marrón jjeje Bueno a lo mejor ésa chica era la mujer de sus sueños y fueron felices.
    Saludos.
    Puri

    ResponderEliminar
  7. Ya sabes...Son cosas que pasan. Aunque fuese contra su voluntad, probablemente seguirán juntos, pero quien sabe, las cosas pasan...

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Pues esa es la diferencia entre casado y cazado, pero en ambos casos lo único que garantiza que sigan juntos es el síndrome de Estocolmo.

    ResponderEliminar
  9. hay tantas malas costumbres q erradicar. como esa, pasando por la del padre q lleva a su hijo a debutar a un burdel, hasta la mas "inocua" de obligar a un hijo a estudiar una determinada carrera

    ResponderEliminar

han hecho catarsis