viernes, 18 de septiembre de 2015

Dos lenguados a mi!

Ha pasado una semana desde que comenzaron mis vacaciones y siento que por fin puedo descansar. Me han llamado de mi trabajo casi todos los días y me parece que hay problemas por todos lados. Me gustaría ayudar pero estoy lejos.

Recuerdo que cuando hable con mi gerencia pedí por favor que se me diera solo una semana de vacaciones en lugar de los 15 días que usualmente tengo (esto ocurre dos veces al año) pero la gerente solo me dijo necesito que descanses bien, descansa un mes.

Esto claro tendrá dos desenlaces cuando regrese me dirán hasta aquí nomas o que al regreso efectivamente tenga taaaaantas cosas por hacer que podría  volverme loco.

He recibido una noticia que podría darle un giro de 180º a mi vida, pero no puedo hablar de ello porque no tengo nada concreto aun, solo espero que las cosas resulten como deseo.
He estado haciendo trámites toda la semana, he tomado unas clases de manejo y eso me ha tenido ocupado.

Han circulado algunas historias en mi cabeza pero hay una que me persigue varios días, la soñe así que la cuento para ver si deja de perseguirme, es como si se repitiera a cada rato para que la cuente.
Estoy en la playa sentado en la orilla de, allí donde el agua acaricia la arena. Mis piernas bronceadas descansan en la arena, juego con mis pies y la arena, veo como diminutos granitos de arena se depositan entre mis dedos. Siento la brisa marina y el olor salado.

Una escena relajante para mí, debo mencionar que cuando voy a la playa es solo para dormir, el sonido de las olas es muy relajante para mí, la bulla de las gaviotas y ese olor salado me adormitan.
LO extraño es que a mis costados se encuentran dos enormes lenguados, casi del largo de mis piernas, pero están ahí mansitos e inamovibles, reconozco que me asuste al comienzo pero luego me dieron mucha curiosidad, el del lado derecho se movió y me dejo ver su base blanca y lisa y se apoyó en mi short como hacia mi perro cuando descansaba su cabeza en mi muslo.


No sé qué significa mi sueño, pero recuerdo claramente que luego de mirarlo los imagine en un apanado delicioso pero luego me arrepentí como si esos dos peces fueran mis mascotas. Que sueño raro, así ha sido mi semana, mi primera semana de vacaciones.

jueves, 3 de septiembre de 2015

3 razones de peso

He tenido que hacer una introspección para analizar un problema que tengo.
Las ideas han merodeado en mi cabeza durante mucho tiempo hasta que finalmente todas aglutinaron y me sacaron de mi cama (eso y mi mamá que me llamo tempranísimo).

Estuve en el gimnasio (ya saben para controlar mi peso) pero sé que hay un problema de fondo. Uno que aunque está ahí me ha sido difícil controlar porque el problema lo llevo dentro y sacarlo a relucir me ha costado mucho trabajo.

El primer recuerdo que apareció fue uno donde está mi padre, estamos almorzando y por algún motivo estamos apurados (bueno lo más probable es que el este apurado, un niño de 7 años no tiene una agenda complicada) y recuerdo su voz fuerte hablándome como si yo fuera parte de su batallón, come rápido un comando tiene que ser rápido. Y ahí estaba yo comiendo rápido porque los estúpidos no tenían mucho tiempo.

Y así sin darme cuenta aprendí a comer rápido para optimizar mi tiempo e invertirlo en otras cosas.
Otro recuerdo más nítido, mas fijo porque lo recuerdo bien. Ya había cenado de manera abundante pues mi madre es generosa siempre con nuestros alimentos y de pronto aparece mi abuela con un inmenso plato de sopa, Un chupe de camarones (pero sin camarones porque a mí me dan asco, mi abuela los sacaba uno a uno para mi) ella (mi abuela) siempre insistía que estaba en los huesos y que tenía que comer.

Y ahí estaban las dos, mi madre y abuela insistiendo para que tome la sopa, yo estaba lleno, se los decía pero ellas insistían. A regañadientes acepte tomar la sopa y paso lo que tenía que pasar. Termine empachado y 10 minutos termine vomitando absolutamente todo jurándome a mí mismo que no volvería a decir que SI así me corten un brazo.

Mi tercer recuerdo ocurre el 15 Agosto de 2007, el mismo día del terremoto en Pisco, lo peor de aquel terremoto había pasado esos dos eternos minutos habían transcurrido, volvimos a entrar a casa temerosos, a recoger los platos, cuadros y adornos, estábamos mi primo Henry, mi Abuela y Yo, las réplicas nos asustaban tanto como el original.

Yo decidí que dormiríamos en la sala y con la puerta con seguridad mínima, mi abuela lo primero que dijo, preparen la mesa ya vamos a cenar, me acerque a la cocina que mientras calentaba la cena bailaba al compás de las réplicas. Yo no podía creerlo.


A lo largo de mi vida y por impulsos ajenos he aprendido a comer rápido para invertir mí tiempo en otras cosas, me he acostumbrado a comer en abundancia y aliviar mi stress con comida. Pues como falta poco para mis vacaciones he decidido postergar mi viaje y ocuparme de otros asuntos. Ya ustedes entenderán, tenía que trazar una ruta para desandar el camino recorrido, intentar cambiar mis hábitos.