Lagrimas Saladas

Una gruesa capa de maquillaje ocultaban las imperfecciones de su rostro, los labios se veían mas grandes y muy rojos, una lagrima negra dibujada contrastaba con el blanco de su piel. La peluca le producía comezón en toda la cabeza pero de tanto usarla se había acostumbrado.

Su vestuario de vivos colores estaba diseñado para llamar la atención de quienes se cruzaban en su camino. Sin embargo algunos niños le temían cuando se acercaban abrían sus pequeñas bocas y luego de un rato que parecía una eternidad recién asomaba el grito del llanto.

El teléfono de Alex vibro sobre la mesa y el sonido lo asusto, vio la pantalla del celular y sintió que algo en su ser se enfriaba, aquella llamada solo podía significar una cosa, su mano pareció congelarse en microsegundos, presiono el botón para aceptar la llamada quiso responder con el Alo acostumbrado pero su garganta no pudo emitir sonido alguno.

¿Alex? ¿Estas ahí? Dijo una voz quebrada

Si, dime que paso  respondió Alex mientras el corazón parecía encogérsele

Su luz se apago, Alex. Nuestra madre ya no esta respondió el hermano con la voz quebrada

Lo se respondió Alex mientras una lágrima tibia descendía por su mejilla arrastrando consigo el maquillaje.

¡Faltan dos minutos! se escucho desde el pasadizo Alex se miro al espejo, su ojos rojos eran el inicio de pequeñas cataratas que arrastraban todo a su paso Ya estoy casi listo fue su única respuesta, cogió un vaso con agua y lo bebió hasta la ultima gota tomo un hondo respiro y con un papel retiro todo el maquillaje de su rostro y con mano diestra se volvió a maquillar en segundos, enfundo sus manos en su guante blanco. En el tiempo que toma un latido se ubico detrás del telón y el cañón de luz lo ilumino por completo dio un paso adelante y la gente lo aclamaba con silbidos, aplausos, la gente vitoreaba su nombre, sus grandes zapatos rojos le hicieron tropezar y cayo al piso en una rutina tantas veces ensayada que parecía una caída real, un carcajada colectiva estallo en el circo.

Alex cegado por el cañon de luz  esbozaba una sonrisa y mientras todos reían el lloraba por dentro, en su cara había dibujada una sonrisa pero por dentro algo suyo se iba muriendo.

 ¿Son las lágrimas de quienes nos hacen reír mas saladas que las nuestras?