El Valle del Rimac

Francisco Pizarro recorrió la costa del Tahuantinsuyo y decidió asentarse el valle del Rímac (que se pronuncia Limaq en el quechua costeño y de ahí el nombre de nuestra ciudad) porque reunía todos los requisitos para ser la capital de la nueva España, lo curioso era que este valle contaba con climas tan distintos en tan poca área geográfica que resultaba extraño tener un clima tropical en un sitio avanzar unos kilómetros y estar sumergido en una niebla salada al borde del mar, las lluvias eran un remedo de las de su natal Trujillo, las lluvias de aquí eran solo una garua que acaricia el rostro.

Así pues, Pizarro y su hueste decidieron instalarse en las tierras del último curaca designado por Huayna Capac, Taulichusco conocía las armas y conocía las herramientas para sacar de la tierra alimentos a punta de caricias con la chaquitaclla (un instrumento para arar la tierra). Taulichusco sabia de la llegada de los barbudos ya que los chasquis llevaban información tan rápido como el viento.

Las voces se corrían y cada boca agregaba algo mas, tanto así que el Curaca de Pachacamac huyo convencido de que los Barbudos eran los Wiracochas que venían a cobrar las vidas de todos los habitantes del Tawantinsuyo. Esto no asustaba a Taulichusco, wiracochas o no el lucharía por su gente. Sin embargo no contaba con la traición de sus propios compatriotas, las demás etnias subyugadas por el Inca vieron la llegada de los barbudos como una ocasión propicia para acabar con su opresor y sin darse cuenta se convirtieron en el brazo armado.

Taulichusco se sorprendió al ver llegar a los barbudos, su piel pálida, casi blanca y cubiertos con metal, sus armas tan diferentes de las nuestras, espadas le llamaban, de un tajo podía cercenar un brazo o una cabeza, Se sabía que cuando tomaron prisionero a Atahualpa uno de ellos que llevaba una especie de vara de metal y madera que produjo un trueno que hizo explotar el pecho de uno de los generales de Atahualpa, todo estaba en contra de Taulichusco , el conto casi 150 almas seguidos de tantos indios como granos de arena en un puñado. 

Así pues comenzó la batalla por el Valle de Limaq, la batalla fue cruel, Taulichusco lucho hasta el último instante y cuando vi todo perdido, grito a su gente, NO podrán desaparecernos! Y corrió en dirección al ejército enemigo. Así pues el Valle del Limaq quedo en posesión de los Barbudos, ellos a sus costumbres la rebautizaron como Ciudad de los reyes para agradecer a sus majestades. Así pues se repartió el Curacazgo del Taulichusco, al costado del rio Limaq (el rio hablador) se erigió la primera plaza, a un costado la casa de su Dios y al costado la casa del gobernador y mientas más notable el vecino más cerca de la plaza mayor estaba, así pues se le llamo Lima cuadrada por la característica disposición de sus calles. 

Hoy varios cientos de años las palabras de Taulichusco reverberan en las agua del Rio Rímac No podrán desaparecernos.

Feliz Cumpleaños Lima!!