Un cuentito que le leí a Fisher ( Chandrika y el tigre)

Chandrika cansada de los malos tratos de su marido acude a su madre en busca de ayuda, ella le cuenta que conoce una poción milenaria que resolverá todos sus problemas, una receta que ha pasado de madre a hija de generación en generación y que era el momento en que ella la aprenda, para que en su momento la enseñe a su hija.

Hija tengo todos los ingredientes, dijo la madre mientras revisaba en la alacena,  solo hace falta el último y más importante ingrediente.

Chandrika quedo sorprendida ¿Madre como voy a conseguir los bigotes de un tigre? Dijo mientras saliva escapaba de su boca de lo exasperada que estaba, su madre que la conocía muy bien, inhalo todo el aire que pudo disimuladamente y continuo eso no es todo hija, para que el sortilegio funcione los bigotes deben ser tomados por tu propia mano, Chandrika parecía que iba a explotar pero al cabo de un rato tomo aire, aliso su sari y salió de la casa materna no sin antes tocar los pies de su madre.

Chandrika se interno en la selva y grande fue su sorpresa cuando diviso a lo lejos un tigre, el más grande que había visto, no le fue difícil dar con él, pues sus pisadas enormes eran fáciles de distinguir en la selva.

Así pues Chandrika luego de completar sus labores en casa acudía corriendo en busca del tigre. 

El comienzo fue difícil, no podía acercarse mucho y se aseguraba de no estar en dirección del viento para que el tigre no pueda olerla. El tigre se acostumbro a verla a lo lejos y parecía no prestarle mucha atención, al cabo de unas semanas Chandrika le era familiar al tigre, un buen día ella decidió llevarle carne y el tigre acepto de buena gana el ofrecimiento, y varios meses después Chandrika podía acercarse al tigre tanto que de estirar un brazo podía tocar su enorme cola que se agitaba como si tuviera vida independiente del tigre.

Un buen día, mientras Chandrika esperaba a que el tigre aparezca se quedo dormida y fue el peso de la cabeza del tigre sobre sus piernas lo que la despertó, allí se encontraba el tigre de bengala más grande de toda la selva acurrucado en su falda como un gatito, ella maravillada con la belleza de aquella bestia empezó a acariciarla y el tigre ronroneo como un gatito y se quedo dormido y así pasaron las horas, tiempo que ella utilizo en quitar con mucho cuidado los bigotes del tigre. Así pues la noche cayó sobre la selva, el tigre se desperezo como lo hacen los gatos y luego de dos saltos se interno en la selva para cazar.

Chandrika que no cabía en su cuerpo de contenta se fue corriendo a la casa de su madre, con los bigotes en su puño. La madre al abrir la puerta la vio cubierta de barro, mojada por la lluvia y con el puño en alto y con una sonrisa en los labios, Lo logre madre, LO logre! Tengo los bigotes del tigre dijo mientras los mostraba, ahora podemos hacer el sortilegio, la madre con una sonrisa en los labios, la miro con mucho amor y le dijo Has tenido la paciencia suficiente para arrancarle los bigotes a un tigre, no necesitas de un sortilegio para arreglar las cosas con tu marido, le dio un beso en la frente y cerro su puerta.

La moraleja como siempre la dejo para ti.

Lei este cuento a Fisher le hice algunas modificaciones, ojala te guste!