viernes, 7 de noviembre de 2014

Bajo tu cama

Ya era más de media noche cuando unos ruidos despertaron a Joaquín, un niño a los 8 años tiene el sueño profundo pero esos sonidos eran algo diferente, bajo de su cama y el piso frio del pasadizo lo saco de su letargo, se acercó a la baranda y lo que vio lo asusto de muerte.


Su padre tirado en el piso con las manos en el cuello intentando inútilmente que la sangre no escape de su cuerpo y su madre era sujetada por el cuello estaba a varios centímetros del piso, un hombre inmenso y corpulento la asfixiaba, la madre vio a su único hijo e intento hacerle señas para que escape pero la vida se le iba, el asesino siguió la mirada de la madre pero Joaquín ya no estaba ahí.
Joaquín estaba asustado, sabía que no podía hacer nada por sus padres, era pequeño y su cuerpo temblaba de miedo, juntó el poco valor que le quedaba y regreso a su cuarto y decidió hacerse el dormido, se echó en su camita y se acurruco en ella disimulando lo mejor que podía.


Escucho los pasos del asesino subiendo la escalera, eran pisadas profundas, el miedo inundaba su cuerpo, pero siguió con su estrategia, vio que la puerta se abrió y la luz del pasadizo ilumino un poco la habitación, vio al hombre acomodar los cadáveres de sus padres en unas sillas a cada lado de la puerta y con la sangre de sus padre escribió en la pared y luego cerró la puerta con mucho cuidado.
Joaquín estaba aterrado, quería llorar, salir corriendo, escapar por donde sea, sabía que ahora era prisionero en su casa. Pero lo peor fue cuando el asesino se acercó a su cama y se echó debajo de ella, el terror lo paralizo, luego de unos minutos escucho los ronquidos del asesino, eso lo tranquilizo un poco, quizás podría escapar.


Sin embargo el miedo y la oscuridad lo paralizaron, sabía que si se movía el asesino lo descubriría, intento leer el mensaje que había escrito en la pared pero todo estaba muy oscuro, el tiempo empezó a transcurrir y poco a poco sus ojos se fueron adaptando a la oscuridad, empezó a amanecer y la luz empezaba a inundar su cuarto y finalmente pudo leer lo que escribió el asesino:

Sé que estas despierto





los hechos son reales, la adaptacion es mia

22 comentarios:

  1. Uuuy.... estuvo feo el relato. Muy bueno, pero feo... Pobrecillo

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  2. Buuuuuaaaaaaaaaaa me hago la pipi!!!!!!! Qué trauma!!!!!!

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  3. Ajjj, las historias de cosas que están debajo de la cama siempre me dejan un poco de angustia. Aunque sé positivamente que no hay nada, todavía me causa inquietud dejar salir una mano o un pie que resulten susceptibles de ser agarrados por las cosas que hay debajo...

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    1. jejejejeje bueno, siempre tenemos ese temor, creo que es una especie de advertencia para que no nos inmiscuyamos en problemas mayores jejeje

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  4. Me ha recordado un poco a Alta Tensión, un slasher francés con un poco de trasfondo lésbico. Muy buena adaptación.

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  5. Simplemente genial. Una historia que atrapa desde el principio...Con un final sorprendente...

    Saludos Gary

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  6. Creo que estás comiendo mucho de noche.

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  7. glub asi si da mucho miedo lo que hay debajo de la cama :s. buen relato. aunque bien denso jaja

    beso

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  8. Ese asesino inmenso y corpulento seguro que se parecía a Garys :p

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    1. me lo imagine como al Jorah Vandersloot (no se si se escribe asi)

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  9. Uf, menos mal que lo leí a las 11.30 de la mañana, si no...
    Un abrazo, Gary.
    HD

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    1. jejejeje puedes volver a leerlo mas tarde! cuando termine de escribirlo y baje a comer algo, tuve que prender todas las luces!

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  10. Esta noche miraré debajo de la cama , no vaya a ser que tenga alguna visita jejej.
    Menuda historia nos acabas de contar, mira por donde ahora es noche y tengo que abrir la puerta que alguien llama jejej.
    Uf ya estoy aquí, era la vecina pidiéndome sal, jejej.
    Como se te ocurre contar estas cosas, luego no podemos dormirrrrrrr jejej.
    Un saludo desde Vigo.
    Puri
















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  11. Noooo, me quede con las ganas de seguir leyendo. Que pasooo?

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  12. pues lo mas probable es que el chibolo corriera por el mismo camino que los padres.

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han hecho catarsis