Los cocodrilos son curiosas criaturas que como los árboles nunca dejan de crecer. Desafortunadamente los de su especie acostumbran a comerse entre ellos y es por eso muy raro ver cocodrilos viejos, pero los hay.
El cocodrilo de nuestra historia es el más viejo que hay. Ha vivido mucho y es muy sabio, pero ni toda su sabiduría le impidió caer en una vieja trampa.
Así pasó 2
semanas enredado en la trampa sin poder moverse. Bien es sabido que los
cocodrilos pueden pasar semanas sin probar bocado. Estaba lamentando su suerte
cuando entre la maleza apareció un niño de 10 años, el cocodrilo se quedó
quieto, como si estuviera muerto.
Cuando el
cocodrilo se sintió un poco más libre, abrió sus fauces y sujeto al niño por
una pierna apresándolo, pero las redes le impedían juntar más las mandíbulas, el
niño se supo prisionero y empezó a llorar, ¡Don cocodrilo usted no puede
comerme! usted no puede hacerme eso ¿no se da cuenta que yo lo quería liberar? ¿Cómo
puede usted pagar mal al que le quiso hacer bien?
El
cocodrilo se aseguró de no abrir mucho la boca y le contesto Esa es la
ley de la selva siempre se paga con un mal al que te hace bien. El niño
asustado lloró con todas sus fuerzas, No llores niño, debes aceptarlo,
para que veas que no te miento te dejaré preguntar a 3 animales que crucen este
camino. El niño siguió llorando cuando de pronto apareció un caballo
viejo que buscaba hierbas que comer.
El niño le
hizo señas para que se acerque y le contó su problema, el caballo escuchó
atentamente todo lo que el niño le decía y cuando hubo terminado le respondió, los
hombres me usaron en mis mejores años los lleve a donde quisieran y cargue lo
que ellos no podían cargar, mi trabajo los beneficio y cuando me hice viejo me
abandonaron a mi suerte, ahora debo vivir a sobresalto huyendo y tratando de no
ser devorado, pues el cocodrilo tiene razón siempre se paga mal al que te hace
bien y dicho esto, se alejó. El cocodrilo estaba complacido y esbozó
una sonrisa sin dejar escapar la pierna del niño.
Este
lloraba desconsoladamente por sí mismo y por el caballo, el sol se encontraba
sobre sus cabezas cuando de pronto sintieron la tierra temblar y escucharon los
poderosos pasos de un rinoceronte.
El niño lo
llamó a gritos pidiendo su ayuda, esta se acercó, como todos saben los
rinocerontes siempre están de mal humor y tienen muy mala vista. La rinoceronte
se acercó irritada porque interrumpieron su paseo de medio día, El niño
entonces le contó todo entre sollozos.
La
rinoceronte escucho educadamente y en silencio y cuando el niño terminó sólo
atinó a decir Este problema no me incumbe y se regresó por dónde
llego. el cocodrilo se relamió, mientras trataba de rozar la pierna del niño
con la lengua.
Faltaban
pocas horas para que se oculte el sol cuando de pronto apareció una liebre que
se sorprendió al verlos en esa posición. El cocodrilo miró al niño y dijo Este
es el tercero y el último. El niño se dirigió a la liebre y le contó lo
que había sucedido, la liebre escuchó atentamente e interrumpía al niño con
preguntas y también preguntaba al cocodrilo, ambos le contestaban, las liebres
como todos saben no son muy inteligentes y a veces hay que explicarles las
cosas más de una vez. Cuando finalmente el niño terminó su relato le
preguntaron ambos ¿se debe pagar con mal al que nos hizo bien?
El conejo
los miraba con la cabeza ladeada y sus orejas apuntaban en una sola dirección y
su naricilla se movía rápidamente, señal de que estaba pensando. Antes de
contestarles hay algo que no me queda claro y una vez que lo tenga claro podré
dar mi respuesta definitiva, el niño y el cocodrilo tornaron los ojos
ante la respuesta del conejo, pero accedieron de todas formas.
¿Dónde
estabas tú antes de soltar las redes? Pregunto la liebre con mucha curiosidad ¿Y
tú qué estabas haciendo? le preguntó al cocodrilo quién irritado contesto
vociferando y el niño al verse libre le mostró al conejo dónde estaba antes de
soltar las redes.
Rayos, qué tensa la escena del niño ahí con el cocodrilo.
ResponderEliminarjajajaja a cual te refieres?
EliminarTremenda historia.
ResponderEliminarBesos.
te gusto?
EliminarSí, esto es cierto la gran mayoría de las veces. Pocas son las buenas acciones que quedan sin castigo.
ResponderEliminarHombre, cómo me gustó la historia!
me gusto mucho que te guste la historia.
Eliminar¿Se debe pagar con mal a quien nos hizo bien? Pues no, en mi opinión. No le doy mil vueltas al tema, simplemente he aprendido que si haces algo por alguien, no esperes que esa persona actúe igual que tú, porque no es tú. Así es más fácil y no te llevas sorpresas. Hay de todo, quien agradece, y quien no. No creo en la ley de la selva, me siento bien conmigo misma, aunque haya quien me tome por tonta a veces.
ResponderEliminarMuchas gracias Mina, me ayudaste con mi tarea.
EliminarBueno, la ley de la selva tiene una larga lista de articulos jejeje la que mas se recuerda que solo el mas fuerte sobrevive. Seleccion natural.
Me pasa lo mismo, siempre confio, hay gente que se va a aprovechar de mi, pero eso no es mi erro si no de la persona que se aprovecha.
Sí y no. Ocurre mucho que incluso las mejores acciones se pagan mal, pero al mismo tiempo tampoco deberíamos de hacer cosas esperando algo a cambio, es decir, no nos debemos de esperar que nos traten mal sino lo contrario, pero no hacer acciones buenas solo por la consecuencia por que ni si quiera es garantizado que nos lo paguen bien. No merece la pena. Respecto a la historia, me gusta bastante cómo está escrita y el mensaje. :)
ResponderEliminar(Soy María Pía, no puedo comentar desde mi móvil :p)
Muchas gracias Maria Pia!!!!! Si, en este mundo tan redondo no siempre las buenas acciones son bien recompensadas! y muchas veces veras que gente mala se sale con su regalada gana y sin castigo alguno, es importante aprender a diferenciarlos desde temprano! Muchas gracias Maria Pia!
Eliminar¡Gaaaaaaaaaary! *MeooW* (Bob Esponja)
ResponderEliminarjajajaja Ese gary es lo maximo!! jajaja
EliminarTriste realidad, te pagan con mal a quienes haces el bien.
ResponderEliminares muy cierto!!
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