lunes, 7 de febrero de 2022

La Liebre y el Cocodrilo

Los cocodrilos son curiosas criaturas que como los árboles nunca dejan de crecer. Desafortunadamente los de su especie acostumbran a comerse entre ellos y es por eso muy raro ver cocodrilos viejos, pero los hay.


El cocodrilo de nuestra historia es el más viejo que hay. Ha vivido mucho y es muy sabio, pero ni toda su sabiduría le impidió caer en una vieja trampa.

Así pasó 2 semanas enredado en la trampa sin poder moverse. Bien es sabido que los cocodrilos pueden pasar semanas sin probar bocado. Estaba lamentando su suerte cuando entre la maleza apareció un niño de 10 años, el cocodrilo se quedó quieto, como si estuviera muerto.


El niño era de color caoba con su precioso pelo ensortijado y unos dientes blanquísimos que iluminaban su sonrisa. el niño se maravilló de ver aquel bello espécimen, pensó que estaba muerto y pensó lo mucho que se alegraría su padre al ver toda esa piel y carne junta. Se acercó para aflojar la red y tocar la piel de aquella bestia sin darse cuenta de que él también había caído en una trampa.

Cuando el cocodrilo se sintió un poco más libre, abrió sus fauces y sujeto al niño por una pierna apresándolo, pero las redes le impedían juntar más las mandíbulas, el niño se supo prisionero y empezó a llorar, ¡Don cocodrilo usted no puede comerme! usted no puede hacerme eso ¿no se da cuenta que yo lo quería liberar? ¿Cómo puede usted pagar mal al que le quiso hacer bien?

El cocodrilo se aseguró de no abrir mucho la boca y le contesto Esa es la ley de la selva siempre se paga con un mal al que te hace bien. El niño asustado lloró con todas sus fuerzas, No llores niño, debes aceptarlo, para que veas que no te miento te dejaré preguntar a 3 animales que crucen este camino. El niño siguió llorando cuando de pronto apareció un caballo viejo que buscaba hierbas que comer.



El niño le hizo señas para que se acerque y le contó su problema, el caballo escuchó atentamente todo lo que el niño le decía y cuando hubo terminado le respondió, los hombres me usaron en mis mejores años los lleve a donde quisieran y cargue lo que ellos no podían cargar, mi trabajo los beneficio y cuando me hice viejo me abandonaron a mi suerte, ahora debo vivir a sobresalto huyendo y tratando de no ser devorado, pues el cocodrilo tiene razón siempre se paga mal al que te hace bien y dicho esto, se alejó. El cocodrilo estaba complacido y esbozó una sonrisa sin dejar escapar la pierna del niño.

Este lloraba desconsoladamente por sí mismo y por el caballo, el sol se encontraba sobre sus cabezas cuando de pronto sintieron la tierra temblar y escucharon los poderosos pasos de un rinoceronte.



El niño lo llamó a gritos pidiendo su ayuda, esta se acercó, como todos saben los rinocerontes siempre están de mal humor y tienen muy mala vista. La rinoceronte se acercó irritada porque interrumpieron su paseo de medio día, El niño entonces le contó todo entre sollozos.

La rinoceronte escucho educadamente y en silencio y cuando el niño terminó sólo atinó a decir Este problema no me incumbe y se regresó por dónde llego. el cocodrilo se relamió, mientras trataba de rozar la pierna del niño con la lengua.

 


Faltaban pocas horas para que se oculte el sol cuando de pronto apareció una liebre que se sorprendió al verlos en esa posición. El cocodrilo miró al niño y dijo Este es el tercero y el último. El niño se dirigió a la liebre y le contó lo que había sucedido, la liebre escuchó atentamente e interrumpía al niño con preguntas y también preguntaba al cocodrilo, ambos le contestaban, las liebres como todos saben no son muy inteligentes y a veces hay que explicarles las cosas más de una vez. Cuando finalmente el niño terminó su relato le preguntaron ambos ¿se debe pagar con mal al que nos hizo bien?

El conejo los miraba con la cabeza ladeada y sus orejas apuntaban en una sola dirección y su naricilla se movía rápidamente, señal de que estaba pensando. Antes de contestarles hay algo que no me queda claro y una vez que lo tenga claro podré dar mi respuesta definitiva, el niño y el cocodrilo tornaron los ojos ante la respuesta del conejo, pero accedieron de todas formas.

¿Dónde estabas tú antes de soltar las redes? Pregunto la liebre con mucha curiosidad ¿Y tú qué estabas haciendo? le preguntó al cocodrilo quién irritado contesto vociferando y el niño al verse libre le mostró al conejo dónde estaba antes de soltar las redes.

Cuando el niño le indicaba a la liebre este le preguntó ¿les gusta a tus padres la carne de cocodrilo? el niño tardo varios segundos en entender la pregunta de la liebre, pero cuando se dio cuenta de que estaba libre fue corriendo con sus padres que regresaron corriendo dónde estaba el cocodrilo, lo trozaron y salaron y con su piel hicieron bolsas y correas y con el conejo hicieron sopa, porque todos saben que al que hace bien se le paga con mal

14 comentarios:

  1. Rayos, qué tensa la escena del niño ahí con el cocodrilo.

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  2. Sí, esto es cierto la gran mayoría de las veces. Pocas son las buenas acciones que quedan sin castigo.
    Hombre, cómo me gustó la historia!

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  3. ¿Se debe pagar con mal a quien nos hizo bien? Pues no, en mi opinión. No le doy mil vueltas al tema, simplemente he aprendido que si haces algo por alguien, no esperes que esa persona actúe igual que tú, porque no es tú. Así es más fácil y no te llevas sorpresas. Hay de todo, quien agradece, y quien no. No creo en la ley de la selva, me siento bien conmigo misma, aunque haya quien me tome por tonta a veces.

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    1. Muchas gracias Mina, me ayudaste con mi tarea.

      Bueno, la ley de la selva tiene una larga lista de articulos jejeje la que mas se recuerda que solo el mas fuerte sobrevive. Seleccion natural.

      Me pasa lo mismo, siempre confio, hay gente que se va a aprovechar de mi, pero eso no es mi erro si no de la persona que se aprovecha.

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  4. Sí y no. Ocurre mucho que incluso las mejores acciones se pagan mal, pero al mismo tiempo tampoco deberíamos de hacer cosas esperando algo a cambio, es decir, no nos debemos de esperar que nos traten mal sino lo contrario, pero no hacer acciones buenas solo por la consecuencia por que ni si quiera es garantizado que nos lo paguen bien. No merece la pena. Respecto a la historia, me gusta bastante cómo está escrita y el mensaje. :)

    (Soy María Pía, no puedo comentar desde mi móvil :p)

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    1. Muchas gracias Maria Pia!!!!! Si, en este mundo tan redondo no siempre las buenas acciones son bien recompensadas! y muchas veces veras que gente mala se sale con su regalada gana y sin castigo alguno, es importante aprender a diferenciarlos desde temprano! Muchas gracias Maria Pia!

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  5. Triste realidad, te pagan con mal a quienes haces el bien.

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han hecho catarsis