Un buen apreton de manos

Cuando era niño me corregían muchas cosas, me decían cosas como: párate derecho, al caminar mira de frente no veas al piso, no hables con la boca llena, come despacio, no mientas, pide permiso, da gracias, péinate, lustra tus zapatos y una infinidad de cosas que en ocasiones me hacían renegar cuando me las repetían a cada rato. Sin embargo recuerdo algo que me lo dijeron una sola vez.

Mi abuelo me parecía Enorme, Grande! Imponente! Y tenia un corazón de miel y mantequilla para sus dos nietos (Connie y Yo), por cierto eran otros tiempos, mi abuelo se esforzaba por no parecer cariñoso, pero el pobre fracasaba miserablemente, bastaba con mirarlo a los ojos para que nos cargue y nos lance al aire, el mundo se veía diferente desde los hombros del Abuelo. Una tarde que lo visitábamos lo salude con la mano (yo tendría 4 o 5 años pero lo recuerdo muy bien), ya mi papa me había dicho que “a las chicas besito y los chicos un apretón de manos”, mi abuelo entraba en la clasificación de “chico” así que por eso le di la mano, por supuesto que el se sintió extraño, lo que el esperaba era el abrazo rompe costillas que le correspondía como abuelo, me tendió la mano y nos saludamos pero luego me jalo y continuo la ceremonia de estrujar al nieto lo mas posible, a mi me divertía muchisimo. Y ahí ocurrió!! Me lo dijeron una sola vez y no tuvieron que volver a repetírmelo, cuando des un saludo, tienes que apretar la mano fuerte, la forma en que das las mano, dice mucho de ti. Que nunca parezca un pescado muerto en la mano.

El mensaje me llego claro y directo. Aunque confieso que a veces exagero, muchos de los que me conocen pueden afirmar que a veces soy muy efusivo saludando. No hace mucho un amigo mio (Pool te seguiré rompiendo la mano cuando te salude!!) me dijo que era demasiado brusco para saludar, sorry soy así! Soy de los que al saludarte te juntara las falanges a limites mas allá de los permitidos por la anatomía! A veces puedo contenerme a veces no! En mis abrazos también! Soy de los que da abrazos rompecostillas, mi risa es sincera, mis abrazos también. Y al darte la mano creeme nunca sentirás un pescado muerto en la mano.