sábado, 15 de noviembre de 2008

Reflexiones por S/. 0.50

El hombre es malo por naturaleza y necesita ser frenado, para eso existen las leyes, estas nos permiten conocer la frontera entre lo permitido y lo que no lo es.
Tenemos normas para todo, para el transito, para la venta de medicamentos, para defender a las mujeres, a los niños, a los ancianos; tenemos un sin numero de leyes y decretos supremos cuyo
único propósito es restringirnos. Debo aclarar que estoy de acuerdo con las leyes, considero que algunas son tontas pero en forma general las leyes nos ayudan a vivir mejor.

El problema es que nosotros mismos violamos las leyes que “supuestamente” nos ayudan a vivir mejor, dime si no te reconoces en estas actitudes:

Has tirado basura a la calle y te has quejado más de una vez por lo sucia que es lima.

Te quejas del tráfico pero no dudas en parar la combi en la esquina que mas te convenga. O te molestas cuando te dejan en el paradero autorizado y no donde tú quieres.


Te quejas de la Policía, que es muy corrupta, pero si te detienen a ti, le “ofreces alguito para las gaseosas”.

En la combi te haces el dormido para no ceder el asiento, ¿cuantas veces te has sentado en los asientes reservados para gente mayor, discapacitados o embarazadas?

¿Si se te presenta la oportunidad de zamparte en la cola, la dejarías pasar?

Si te encuentras un billete en el suelo, ¿preguntas a los alrededor de quien es? O pones el pie para “separarlo” para ti.

Te has quejado de los políticos corruptos, pero cuando te preguntan cual es tu filiación política te avergüenza admitir un bando.

Escribo todo eso, para desahogarme. He sido tratado injustamente y tengo sed de justicia. Siempre trato de honrar mis pactos, trato siempre de hacer las cosas de manera correcta y llego al punto que si no hago trampa como los demás no llegare a ningún sitio.
Recuerdo una vez que con unos amigos comimos en el Pizza Hutt de San Miguel, la pasamos bien, conversamos de todo, al final cuando hicimos la chancha para pagar las 5 pizzas, llamamos al mozo, que amablemente se acerco a nosotros y nos entrego la cuenta en un bonito cuaderno de cuero, yo me encargue de pagar la cuenta, coloque un billete de 200 soles y se lo devolví al mozo, nosotros seguimos conversando de lo mas normal, yo esperaba al mozo que debía traerme mi vuelto, ya que necesitaría todo el sencillo para los gastos de taxi y el cine después. Mi sorpresa fue grande cuando junto con mi vuelto estaba el billete de 200 soles, el mozo dejo el cuaderno de cuero y desapareció a atender a otra mesa. Yo comente con los demás la torpeza del mozo y de la cajera. Le hice señas para llamarlo y explicarle su error. Mis amigos en coro y al unísono me
dijeron, no seas sonso, como le vas a decir eso. No seas cojudo me dijo otro, es su roche ya perdió. Sus palabras me golpearon como un martillo en la nuca, no podía creer lo que me decían, (me imagino que al leer esto pensaras que estoy mintiendo, pero eso fue lo que sentí), sentí que no era lo correcto y trate de ignorarlos y llame al mozo, este vino con cara de preocupado, seguro pensaba que nos quejaríamos de algo o que el vuelto no estaba completo. Incluso delante del mozo, mis amigos insistían en que me quede callado. Cuando explique el asunto mis amigos me miraron molestos. Yo trate de explicarle que si no hacíamos eso, a la cajera o al mozo se lo iban a descontar y que eso era como robarles a ellos. Que no era justo que ellos paguen por algo que nosotros habíamos comido. El mozo miro incrédulo el cuaderno de cuero, al abrirlo me creyó, vio el vuelto y el billete de santa rosa de lima, su cara se puso roja de vergüenza y esbozo una sonrisa de agradecimiento. Cogio el cuaderno y se dirigió a caja, lo segui con la mirada y vi como le explicaba a la cajera su error, luego igual que yo abrio el cuaderno y pude ver los ojos de la cajera, se abrieron como platos y su rostro denotaba vergüenza. El mozo señalo a nuestra mesa y yo los quede mirando. Luego de un momento regresaron ambos y nos trajeron una pizza familiar en señal de aprecio. Yo dije que no era necesario, pero mis amigos ya habían cogido su parte cada uno, no me quedo mas remedio que comer mi parte de pizza. Me sentí bien. Pero la duda me quedo desde entonces, ¿Soy un sonso por hacer lo correcto?, en este mundo de vivos, ¿hay que pasar por los sentimientos o necesidades de los demas para satisfacer las nuestras?

2 comentarios:

  1. Yo haria lo mismo, y de tus camaradas, no coments.K.S.

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    1. jajajajaja hace 4 años que no se de ellos y me siento muy bien!!

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han hecho catarsis