miércoles, 14 de abril de 2010
Gabriel tiene 19 años nació en Iquitos y tomo prestado su nombre porque quiero contar algo de el.
Gabriel como todos los jóvenes de su edad tiene una vida acelerada, pobre de el que nació en una época donde la gente (literalmente) se muere por vivir.
El estaba loco por salir de la provincia donde su madre lo parió así que decidió enrolarse en el ejército, la vida del cuartel le ofrecía cosas que no podía ofrecerle Iquitos. Si alguien ha leido Pantaleon y las visitadoras sabra hacia donde me dirijo. Para quien no la leyo me arriesgo con un resumen muy breve!
El ejército con el propósito de “aliviar” a sus tropas contrataba las prestaciones de visitadoras, esto ocurría en los 60 y ocurre ahora. Fue así como Gabriel fue condenado a una muerte prematura.
Gabriel es un joven provinciano que aunque simula ser avispado no lo es pues la malicia se adquiere con los años y mucha practica. Gabriel es el séptimo hijo de una familia muy pobre.
Su deterioro puede hacerse lento con el uso de medicamentos especializados.
Cuando Yo lo visito, el me saluda con ese acento tan particular que tienen las personas de Iquitos, la música en su voz me alegra mucho, me recuerda a mi mismo a su edad, me recuerda también a mis primos menores tan llenos de vida y sin preocupaciones. Su hospitalización se produjo hace cinco meses porque se detecto la presencia de un bacilo de la tuberculosis multirresistente en sus últimos exámenes.
Los tres últimos meses su condición empeoro, su piel más cobriza que la mía parecía gris y el color canela y dorado que tenía había desaparecido casi por completo, sus dientes blancos se ven grises ahora. Yo conversaba con el muy seguido, porque algo que no había cambiado en el es su buen animo y su curiosidad aunque su cuerpo no le responde como antes, se agita luego de dar unos cuantos pasos. Su deterioro era inexplicable, nadie sabia como es que no deteníamos la invasión del virus.
El sábado lo visite después de casi tres semanas y lo que encontré fue un muñeco de piel y huesos, su mirada perdida me hizo notar que el final estaba cerca.
Hoy me llamaron para decirme que Gabriel había muerto y que entre sus pertenencias encontraron una bolsa inmensa llena de medicamentos. Uno de los soldados que comparte la sala de hospitalización le comento a la enfermera que Gabriel tenia la intención de vender sus retrovirales para ganar dinero cuando se recupere y enviarle a su madre el dinero que tanta falta le hacia.
Me pidieron que ayude a clasificar nuevamente los medicamentos que Gabriel no tomo para atender a los demás pacientes con HIV, siento una pena inmensa mientras escribo esto, Gabriel en el peor de sus estados pensaba en su madre.
¿No esta el amor mas cerca de la pobreza?
Gabriel como todos los jóvenes de su edad tiene una vida acelerada, pobre de el que nació en una época donde la gente (literalmente) se muere por vivir.
El estaba loco por salir de la provincia donde su madre lo parió así que decidió enrolarse en el ejército, la vida del cuartel le ofrecía cosas que no podía ofrecerle Iquitos. Si alguien ha leido Pantaleon y las visitadoras sabra hacia donde me dirijo. Para quien no la leyo me arriesgo con un resumen muy breve!
El ejército con el propósito de “aliviar” a sus tropas contrataba las prestaciones de visitadoras, esto ocurría en los 60 y ocurre ahora. Fue así como Gabriel fue condenado a una muerte prematura.
Gabriel es un joven provinciano que aunque simula ser avispado no lo es pues la malicia se adquiere con los años y mucha practica. Gabriel es el séptimo hijo de una familia muy pobre.
Su deterioro puede hacerse lento con el uso de medicamentos especializados.
Cuando Yo lo visito, el me saluda con ese acento tan particular que tienen las personas de Iquitos, la música en su voz me alegra mucho, me recuerda a mi mismo a su edad, me recuerda también a mis primos menores tan llenos de vida y sin preocupaciones. Su hospitalización se produjo hace cinco meses porque se detecto la presencia de un bacilo de la tuberculosis multirresistente en sus últimos exámenes.
Los tres últimos meses su condición empeoro, su piel más cobriza que la mía parecía gris y el color canela y dorado que tenía había desaparecido casi por completo, sus dientes blancos se ven grises ahora. Yo conversaba con el muy seguido, porque algo que no había cambiado en el es su buen animo y su curiosidad aunque su cuerpo no le responde como antes, se agita luego de dar unos cuantos pasos. Su deterioro era inexplicable, nadie sabia como es que no deteníamos la invasión del virus.
El sábado lo visite después de casi tres semanas y lo que encontré fue un muñeco de piel y huesos, su mirada perdida me hizo notar que el final estaba cerca.
Hoy me llamaron para decirme que Gabriel había muerto y que entre sus pertenencias encontraron una bolsa inmensa llena de medicamentos. Uno de los soldados que comparte la sala de hospitalización le comento a la enfermera que Gabriel tenia la intención de vender sus retrovirales para ganar dinero cuando se recupere y enviarle a su madre el dinero que tanta falta le hacia.
Me pidieron que ayude a clasificar nuevamente los medicamentos que Gabriel no tomo para atender a los demás pacientes con HIV, siento una pena inmensa mientras escribo esto, Gabriel en el peor de sus estados pensaba en su madre.
¿No esta el amor mas cerca de la pobreza?
uy que tristeza...una pregunta dificil de contestar pero ese joven tenia una grandeza especial...ojala podamos aprender...besos Feliz Domingo!
ResponderEliminarPor eso lo cuento, por eso lo repito, para que la gente (los pocos que me leen) se enteren.
EliminarGran reflexión...Pensaba en ella antes de pensar en si mismo. Somos egoísta...
ResponderEliminarSaludos
Pues si! somos muy egoistas!
EliminarAy, qué triste, y qué heroica la actitud de Gabriel. Aunque dices que no tienes clara tu fe, Gary, ese interrogante que dejas me parece muy en la línea del pensamiento cristiano. El dar lo que se tiene, por muy poco que sea, para otro que más lo necesita está en la base de la caridad cristiana. Aunque también forma parte de lo que podríamos llamar el concepto de amor universal, con independencia de las creencias que se tengan. Creo que si existe el Cielo, Gabriel estará seguro en él. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPD: Por cierto, en España se cuenta que a los soldados se les administra bromuro de sodio para disminuir su apetito sexual, mezclado con la comida, y sin que ellos lo sepan. Es como un secreto militar, aunque siempre se ha hablado de ello. No sé si en el Perú también pasa lo mismo.
Mi fe un dia se me cayo, y en el espacio que quedo se fueron llenando de dudas. Sin embargo no puedo evitar todas las cosas con las que fui criado, que no fueron malas.
EliminarYo creo que si existe el cielo, definitivamente se gano un pedacito.
Pues parece que aqui deberia hacerse eso o por lo menos darle cremita hidratante para que ellos mismos resuelvan sus asuntos sin necesidad de infectarse con algo.
Últimamente me he estado preguntando cómo se siente el amor. Supongo que Gabriel es un ejemplo perfecto. Qué linda y qué triste historia, Gabriel existió?
ResponderEliminarMe gusta cuando te repites, siempre vale la pena leer lo que escribías antes de llegar a tu blog.
Existen muchos tipos de amor. Si Gabriel existio, un soldadito en el hospital militar, cuando hacia mi internado.
EliminarSi, esa es la idea de repetir las entradas, algunas me gustan mucho y las repito.
Parece que en nuestro país no hay condena más grande que ser pobre, como si fuera una cruz que debes cargar estés donde estés aún cuando haya prioridades como las que Gabriel no supo entender. Respondiendo a tu pregunta, parece que el amor siempre estuvo con él, pero la justicia de su amor es cosa aparte.
ResponderEliminarSi, es cierto! hay gente que nace condenada a la pobreza. hay taaaantas cosas que hacer que es dificil decidir por donde comenzar. El amor esta en todos.
Eliminarqy que triste :-(...neta que luego andaba moqueando..snif
ResponderEliminarsi, es triste, pero lo rescatable (al menos para mi) es el amor que tenia por su mamacita!
Eliminarcreo que ayudaba más sano y recuperado, quizás ya no vi expectativas mejores en él, y solo penso en su madre
ResponderEliminarYo creo que fue su ignorancia lo que lo hizo cometer semenjante brutalidad, el pobrecito pensaba que el HIV era una enfermedad curable, que se quitaba descansando! Aun me acuerdo de el.
EliminarHabrá actuado por mera ignorancia, pero el acto mismo de pensar antes en su madre que en él mismo es digno de elogio. Ojalá hubieran más personas así de desprendidas.
ResponderEliminarTe doy toda la razon!
EliminarDonde esta? Quiza sea mas facil sentirlo cuando se carece de cosas, de salud, de bienes materiales, de abundante conocimiento, ... se siente mas cuando intentamos ser humildes, pero cualquiera sea la situacion, creo yo hay que trabajar para tener lleno ese tanque de amor, saber que si no nos cuidamos nosotros mismos, causaremos pena a los que nos aprecian. Me gusto la historia
ResponderEliminarTienes razon, para querer a alguien, primero hay que quererse uno mismo!!
EliminarEjemplo de amor hacia los que nos rodean y no nos dejan; y una cachetada de humildad para quienes pecamos de soberbios algunas veces...
ResponderEliminarSi, es cierto.
EliminarUna historia muy triste, me ha conmovido mucho, en serio. Así como el seguro hay muchisimos otros casos en los que la ignorancia hace que cometamos los más grandes errores de nuestras vidas... pero aún así, cuando se llega a ese estado, aún podemos seguir sintiendo amor, podemos seguir teniendo esperanza... me imagino el momento que te tocó vivir al clasificar esos medicamentos, yo me hubiera puesto a llorar como niña... ¡qué duro y triste debió ser!
ResponderEliminarPD. Me gusta mucho tu blog, es muy humano y transmite en verdad emociones que te hacen reflexionar. Adelante brother!
Muchas gracias! de verdad muchas gracias!!
EliminarEs un relato tristón, Gary. Yo creo que en los momentos que peor estamos, siempre tendemos a acordarnos de aquellos a los que más queremos, se ve que Gabriel estaba en ese trance cuando le llegó la hora, aunque pensado fríamente... ¿le sirvió de algo?
ResponderEliminarBicos Ricos
no le sirvio de nada, pero bueno a vece el amor nos hace proceder de manera estupida :(
Eliminar