El otorongo es una bestia muy inteligente persigue su
presa hasta el final y sabía muy bien que aquel cachorro humano estaba protegido
por un ser prodigioso y que solo era cuestión de tiempo el poder saborear su
tierna carne. Así pues urdió un elaborado plan.
Ningún animal se acercaba a la cabaña de Yumi por temor a
la poderosa boa lo cual era bueno para su hijo que estaba protegido de los
animales de la selva. Pero la Yacumama día a día perdía su fuerza ya que no podía
alimentar su enorme cuerpo. Así que el otorongo se aseguro de que ningún animal
se acerque para debilitar más a la poderosa boa.
Y así transcurrieron casi dos años, tiempo en el que
ocurrieron muchas cosas, la muerte del esposo de Yumi a causa de una extraña
enfermedad la sumió en una inmensa tristeza y Yacumama decidió ayudar a su
familia, durante el día salía a cazar pero no encontraba presa alguna, así pues
había días en los que regresaba solo con una o dos pequeñas aves y la mayoría de
las veces regresaba con las fauces vacías.
El lazo que había creado con aquel cachorro humano era increíble,
se comportaba mansa como si fuera un perro leal, soportaba los saltos encima
suyo, los hincones de ojo o arrancadas de escamas o las veces que aquel
cachorro humano tiraba de su bifida lengua, la Yacumama desplegaba una enorme
paciencia hacia aquel niño mientras Yumi como todas las mañanas se internaba en dirección
al rio para pescar pero sus esfuerzos no eran recompensados.
Un paiche pequeño! |
Una noche Yumi vio el lomo de un enorme Paiche asomar a
la superficie y decidió ir por aquel enorme animal, las redes de su esposo
seria suficientes para atrapar a aquel enorme pez, luego clavar el puñal en los
ojos y tendrían comida para más de una semana.
El otorongo espero a que Yumi se alejara lo
suficiente para atacar, un cambio en la dirección del viento alerto a la
Yacumama de la presencia del otorongo y con la velocidad de un rayo se puso en posición
defensiva, el otorongo ataco la parte más lejana de la boa, rasgando aquel
cuerpo debilitado y hambriento, cada zarpazo abría hondas heridas en aquel
cuerpo, manteniendo siempre distancia, sabía que si era atrapado por aquella poderosa
bestia seria aplastado.
La Yacumama se coloco de tal manera que impedía el paso
del otorongo hacia el niño que dormía, pero las siseos y los rugidos del
inmenso otorongo terminaron por despertarlo y salió en busca de su Yacumama y
al verla luchando contra aquella bestia corrió en su ayuda, la Yacumama como
toda madre que defiende a su cría saco fuerzas de flaqueza y arremetió con más
fuerza, irguiéndose cuanto podía para asustar al otorongo y cometió el error
que el otorongo estaba esperando, las poderosas piernas del felino lo
impulsaron en un salto increíble y sujetando el cuello de la boa empezó a arrastrarla
sin darle oportunidad para el contraataque. El cuerpo de la Yacumama rodeaba
toda la casa de Yumi, agitándose en los últimos estertores de Vida que se le
iba por las heridas abiertas de su cuerpo.
El otorongo triunfante camino en dirección al niño, el
olor salado de la sangre inundaba la selva, ya casi podía sentir sus frágiles huesos
rompiendo con cada mordida de pronto sintió que algo inmenso lo envolvía con
una rapidez endemoniada, trato de liberarse con un poderoso salto pero ya no
era posible, el cuerpo de la gigantesca boa lo envolvía por completo haciendo presión
sobre cada centímetro de su cuerpo, el otorongo empezó a rugir en agonía cuando
de pronto se escucho un CRACK el espinazo roto del otorongo. La fuerte presión de
los poderosos músculos de la boa hacía que su sangre salpique simulando una
fuente.
Los rugidos del otorongo alertaron a Yumi que corrió desesperada
en dirección a su casa, al llegar vio al otorongo envuelto con el cuerpo de la
inmensa boa y a su hijo llorando sujetando en sus piernecitas la inmensa cabeza
de la boa muerta llamándola a gritos Yacumama! Yacumama! Despierta Yacumama!!
Pobre Yacumama, pero tan fiel hasta el último.
ResponderEliminarQue linda historia. Pero triste final buaaaa. No había escuchado esta historia nunca. Pero tengo que contársela a mis sobrinos jeje.
Gracias Gx, te luciste ;)
Un abrazote"
Si, cuentales cuentales!! jajajja cuando mi papa nos contaba este cuento Connie y Yo terminabamos llorando y sin embargo le pediamos que nos lo cuente una y otra vez! jejejeje
Eliminares un cuento maravilloso y pobre yacumama fue tan fiel a su amigo pero murio fue como un perro fiel . demostrando asi su cariño . les contare a todas mis amigas. chau.
EliminarUy, final? No me ha gustado nada el final, Gary, con lo bonita que estaba la historia y vas y nos dejas un final como el de Marco! hombre que no. Jajajaja, que Yacumama no debe morir o que nos debes dejar con un mejor sabor de boca.
ResponderEliminarMuy buena la historia, que lo sepas.
Bicos Ricos
jajajajajaja bueno el final no es parecido a la mayoria de cuentos europeos donde generalmente termina en un ... y vivieron felices para siempre.
EliminarHe notado que todos los cuentos peruanos tienen un final triste, muy triste, pero es mas facil sacar una enseñanza de la tristeza ajena que generar ansias por la felicidad ajena, no se de donde me salio este comentario, que desastre.
Ouww )= que penita, pero que buena y valiente :D !
ResponderEliminarSi pobre yacumama!
EliminarQué bonita historia, aunque el final es trágico. Pero, como tú dices, de las historias tristes se obtiene una enseñanza, y tienen también su valor didáctico. En este caso creo que el cuento es un canto a la fidelidad y al amor. Con tu permiso voy a tomar nota de él para contársela a mis sobrinos. Saludos.
ResponderEliminarPues la moraleja del cuento va por ahi, el amor de madre, el amor de la madre naturaleza.
EliminarCómo está de bello tu sitio!! te felicito mi blogamigo Gary. Gracias por tu comentario en mi blog, gracias por tu bienvenida...gracias por ser como eres, y sobre todo... gracias por escribir tan bien...oye...cada día lo haces mejor y tengo que ponerme al día uy...mucho por leer(sobre todo...bueno)
ResponderEliminarAbrazote de tu blogamiga Miyita
Que bueno saber que has vuelto Miyita!!
EliminarMe alegra saber que estas con nosotros otra vez!
Pobre Yacumama :0( Lo protegió hasta el final, pero yo me quedé con penita, tan happy que estaba de haberme puesto al día :0(
ResponderEliminarLindo cuento Gary, deberías escribir un libro de cuentos, pero que no me hagan llorar.
Beso
estoy escribiendo algunos para mi sobrino, con un poco de suerte colgare algunos en el blog.
EliminarMuy bien escrito . Está totalmente claro !.. Está
ResponderEliminarrealmente bien escrito!.
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