Filipo II era el rey de una nación de Guerreros y todos estaban a punto de presenciar porque los mejores guerreros le obedecían.
El rey reconoció la destreza de sus contrincantes, ellos podrían acabar con cualquiera de sus mejores soldados, pero no con él, los jóvenes amantes contaban con juventud, fuerza y rapidez pero el tenia algo mas importante muchísima más experiencia.
Lo primero para acabar con el enemigo es conocerlo, así pues se ofreció como carnada para combatir a los mejores soldados del Sagrado ejercito de Tebas, El mayor de ambos era Laertes manejaba la lanza con una destreza única, sus ataques eran a distancia y el más joven, Talos era incomparable en la lucha cuerpo a cuerpo, su espada había acabado con muchos de sus valientes soldados y todos ellos serian vengados por la suya.
La confianza con la que ambos atacantes empezaron iba disminuyendo a cada momento y era reemplazada por la desesperación por ganar y matarlo y ese es el principal ingrediente para cometer errores.
Filipo concentro toda su atención en bloquear, esquivar o desviar los ataques recibidos, con gran precisión movía brazos y piernas para aparentar que no podía contra atacar. Pero ya estaba aburrido y el combate se había prolongado más de lo necesario, mataría a sus adversarios.
Talos y Laertes se sorprendieron al ver que el Rey empezó a atacarlos con furia, golpe tras golpe los hacía retroceder, así que hicieron sus ataques más seguidos pero sin darse cuenta que eran imprecisos, Filipo desviaba la lanza de Laertes en la dirección de la espada de Talos, sus atacantes se anulaban entre sí, solo era cuestión esperar el momento preciso.
Talos tenía que acercarse mucho mas y fue el descuido de un segundo que fue aprovechado por el Rey y con un golpe certero en la empuñadura cerceno el dedo gordo, imposibilitado para sostener la espada y adolorido Talos retrocedió, al ver a su amante herido Laertes ataco con mucha más furia pero el Rey seguía inmutable, desviando sus ataques con el escudo.
Talos cogió la espada con la otra mano, pero sus movimientos torpes solo representaban una desventaja para Laertes, pues tenía que atacar, defenderse y defender a Talos, El Rey uso el escudo para bloquear la lanza y la sujeto con todas sus fuerzas atrayendo hacia si a Laertes y lanzo la espada incrustándola en el brazo derecho de Laertes, rápidamente giro la lanza y la incrusto en el muslo de Talos, todo esto sucedió en segundos, los amantes estaban heridos pero no de muerte.
Heridos eran una presa fácil, Filipo II recogió la espada de Talos y la clavo en el pecho de Laertes, luego saco la lanza del muslo de Talos y atravesó la garganta. La victoria siempre fue suya desde el principio.
Alejandro observaba con un rostro inexpresivo, aprendiendo.
Alejandro observaba con un rostro inexpresivo, aprendiendo.
chan!!! bueno q temon...terrible final...ya estoy esperando la proxima historia, buen comienzo de semana para vos!!!
ResponderEliminarBueno esta historia es la tercera y ultima parte.
Eliminarah si no hubiera existido alejando yo creo que filipo hubiese sido el mejor de su epocas como guerrero y conquistador!. jeje. que buena historia, un final de pelicula (ademas tenia musica de alguna serie de aime donde se escucha las secuencias de batalla y me lo estuve imaginando todo XDD)
ResponderEliminarPues si, finalmente el hijo siempre supera al Padre. jejeje yo cuando la revisaba escuchaba la musica de "Juego de tronos" y me parece bacan!
EliminarImpresionante. Un final terrible, pero esperado...
ResponderEliminarAlejandro aprendió y muy bien aprendio.
Saludos
No se porque no lo termine con algo menos terrible, hubiera sido mejor que escapen, no?
EliminarPues te ha quedado un final digno de la mejor tragédia clásica, me ha encantado este relato!
ResponderEliminarY digo yo, Gary, esto no lo podrían haber solucionasdo con un "trio"? Digo yo que si lo que querían era una lucha de espadas, nada mejor que eso, y así no tendría que morir nadie... XD
jajajaja Aqui cae a pelo esa frase de haz el amor y no la guerra! Te imaginas! Que el ejercito que eche mas polvos gane la guerra!! Uuuf asi todos querian estar en guerra!! jajajaja
EliminarQué penita, me gustan los finales felices :0( Pero me gustó mucho la historia, como siempre. Me encanta entrar a tu blog porque me engancho. Pensé leer un par de posts para irme poniendo al día, y al final no pude parar hasta leerlos todos :0)
ResponderEliminarmmm me dejaste pensando, es cierto yo mato a medio mundo! jajajaja Ok pensare en un final feliz en el futuro!, pero es que el "vivieron felices para siempre" es siempre mentira jejejeje
EliminarMuchas gracias por leerme! de verdad! lo aprecio muchisimo!!
Y Alejandro se convirtió en uno de los mayores conquistadores de la historia, quizá con lecciones aprendidas por su padre Filipo. Al final, ni el amor entre Talos y Laertes sirvió de mucho.
ResponderEliminarBicos ricos
Pues si, aqui hay trasfondo, Talos y Laertes es una excusa, comenzo como un relato erotico, luego le puse peleas (mis favoritas) y termine matando a los personajes principales! jejeje Ok, pedire cita con el psiquiatra!
EliminarSé poco de historia pero en Talo Y Laertes relatas escenas muy reales y trágicas como las que hay en toda guerra, donde el amor no gana batallas pero si trasciende a la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues te doy la razon, el amor siempre sobrevive! siempre!! Incluso a la muerte!
Eliminarexcelente!!!!! saludos. Ojalá puedas escribir algo sobre Escipión el Africano.
ResponderEliminarooh averiguare y vere que se me ocurre!
EliminarPor fin leí las tres partes de la historia, buenísima, una pregunta ¿en qué texto puedo encontrar referencias? un clásico quiero decir, va un gran abrazo.
ResponderEliminarmmm en la entrada, que escribi para Andres. en su blog coloca infinidad de referencias y al margen de sus puntos personales (que le dan un valor agregado) encuentras muchas maravillas en su blog.
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