Ropa vieja, nuevos recuerdos!

Estoy doblando mi ropa viejita, la que no uso, la idea es donarla, EMAUS se encarga de recogerla y darle buen uso, las más presentables son vendidas de segunda mano, las que están más deterioradas, se deshilachan y se transforman en trapeadores, estropajos y otras cosas útiles, nada se desperdicia, porque lo que es la basura de uno puede ser el tesoro de otro.

Antes evitaba deshacerme de mi ropa, con la idea de que no debía botar algo que esta bueno aun, sin darme cuenta que me quedaba con cosas viejas que ocupaban espacio inútilmente y que finalmente Yo nunca usaba. Recuerdo que mi tía Paty (que en realidad se llama Doris) me dijo, Gary bota todo lo viejo, quédate con lo estrictamente necesario, deshazte de todo lo viejo, que tiene acumulado energía negativa o malas vibraciones.

Pero mi madre me enseño que debo de cuidar mis cosas, fue así que finalmente logre equilibrar ambas ideas que me parecen buenas.

Doblaba mi ropa viejita, mi camisa, fue un regalo de mi mama, es una de mis favoritas, mi madre tiene la peculiaridad de adivinar mis gustos, siempre me ha gustado la forma en la que escoge mi ropa, sabe que me gustan las camisas a cuadros, los colores tierras, el verde y el azul.

Doblo mis polos viejos y recuerdo las veces que me acompañaban a las fiestas a las que he ido, las salidas. Las combinaciones que lograban entre ellas, algunas llamaban la atención otras pasaban desapercibidas. Esta ropa que doblo fue en su momento parte de mi historia.

Historia de la que he decidido desprenderme, es que es la única forma de avanzar, hay cosas y objetos incluso personas que debemos dejar atrás para poder avanzar. Quizás esta camisa que doblo ahora formara parte de la historia de alguien más, todo debe circular y fluir, todo pasa! Nada queda!