El Yerbatero

Juan Esteban aprendió el oficio de sanar de su madre, y esta a su vez de su madre y así por incontables generaciones  de mujeres que solo alumbraban hijas, estas nobles mujeres decían ser descendientes de las míticas Amazonas. Juan Esteban recibió pues el rechazo de su familia por romper una cadena interminable de mujeres sanadoras, fue por eso que su madre le enseño con mas ahincó y amor las artes de curar porque estaba convencida que los hombres tenían la inteligencia más pequeña que las mujeres.

Juan abandono su pueblo la noche en que su madre murió, el tenia 19 años, su madre le advirtió que ya le había enseñado todo lo que sabia y que a ella la vida se le escapaba y que no hay hierba o poción mágica para revertir su dolencia, Ve en paz! Eres hombre y tienes que andar y andar, hasta que encuentres a la que te ayudara a echar raíces. Y la mujer se durmió y no volvió a despertar.

Transcurrieron 5 años y la fama de Juan Esteban atravesó fronteras, se movía entre lo que ahora llamamos Colombia y Perú, los pueblos lo recibían con brazos abiertos, su fama crecía, si oyeses lo que decían de él creerías que son exageraciones, pero era cierto que hablaba con los animales y que estos le obedecían sin chistar, que salvo tantas vidas como días tiene un año, que bajaba la fiebre con solo besar la frente del enfermo y que los partos en sus manos eran indoloros.

Se dice que la muerte misma lo respetaba, pero bien sabemos nosotros que la muerte no respeta nada, a ella no le importa nada! Si te toca! Te toca! A pesar de eso Juan Esteban se convirtió en un hombre bueno, no sabía leer y escribir, pero no le hacía falta, sabia otras cosas que no se aprenden en los libros sino viviendo.

La gente se dirigía a él como El Yerbatero y poco a poco se fue olvidando su nombre, El Yerbatero era luz! Decía la gente que con solo mirarlo se alejaban las penas y dolores, le atribuían milagros que no hacía y cosas buenas que ni siquiera había pensado, el iba contento por la vida silbando y cantando! Anunciando su llegada a los pueblos que lo recibían con regocijo.

Los espíritus le aconsejaban a donde ir y él se dejaba llevar, así pues la gente siempre le decía “has llegado como caído del cielo” pues siempre llegaban cuando había un alumbramiento difícil o un enfermo sufriendo, una pierna o un brazo roto. Así pues luego de recorrer el rio Caqueta llego a su destino cantando y silbando “tengo toda clase de brebajes, plantas medicinales las he traído desde muy lejanos bosques hasta aquí. Soy yerbatero vengo a curar su mal de amores, soy el que quita los dolores …” Pero su canto se vio interrumpido cuando una bellísima mujer un poco más joven que él sentada en el puerto le dijo Soñé que venias a ayudarme…

Continuara...

(me salio la historia mas larga de lo que quería, espero sepas disculparme)