El regalo, mi futuro regalo! (hoy me repito a mi mismo)

domingo, 8 de agosto de 2010

A Javier la idea se le ocurrió en la niñez, ya que solo las mujeres pueden concebir el quería hacer algo especial por su hijo cuando lo tenga.

Javier creció y se enamoro muchas veces y finalmente en su 32avo verano se caso, unos meses mas tarde Mariana su esposa le dio la noticia que esperaba, finalmente ambos iban a ser padres.

Ambos se abrazaron y besaron de alegría, tengo algo que hacer le dijo Javier a Mariana y se escapo de sus brazos y voló a su escritorio y se puso a escribir. 

Joaquín creció en un hogar modesto, su vida es lo que se dice una vida tranquila, aunque no estaba rodeado de comodidades tenia lo suficiente para ser feliz.

Faltaban dos días para que Joaquín cumpla 18 años cuando su padre Javier murió, su muerte fue tranquila y serena como había sido su vida, se acostó despidiéndose con un beso de Mariana con el acostumbrado No sabes lo mucho que te quiero y así sin mas se murió entre sueños.

La noticia entristeció a todo el vecindario y a sus compañeros de trabajo. Joaquín que había heredado la personalidad de su padre tomo las cosas con calma, estaba convencido que no debía dejarse derrotar por la pena y asumió su papel de Hombre de la casa, acompañaba a su madre el tiempo que podía mientras mezclaba sus horas de trabajo y estudio.

Habían pasado 6 meses desde la muerte del padre, Mariana y Joaquín ordenaban la casa, una tarea que les ayudaba a lidiar con la ausencia de Javier, limpiar los cuadros encima de los estantes o las fotos de cuando su familia estaba completa era su forma de lidiar con la pena, el escritorio de Javier era lo único que se había mantenido igual desde aquel día, los lapiceros en el mismo orden en que los había dejado Javier, un fólder Manila y un libro a medio leer, todo con la idea de mantener algo de la presencia del padre entre ellos. Joaquín decidió que no era sano hacer aquello y ordeno el escritorio, abrió los cajones uno por uno y en el último cajón del lado izquierdo encontró una caja de madera con labrados en la tapa.

Al abrir la caja encontró cientos de cartas, escritas en lo que parecía un diario hecho con diferentes hojas unas en papel bond otras en papel cuadriculado, otras en rayado, todas ordenadas cronológicamente y atadas con un cinto de color azul y verde, a un costado un sobre blanco dirigido a Joaquín con puño y letra de Javier, Para ti en tu cumpleaños decía el sobre con letras plateadas, todas estas cartas son para ti, es un regalo modesto pero espero recorras nuestra vida en cada palabra.

Joaquín vio el regalo de cumpleaños que no pudo recibir de su padre, se sentó en el suelo y empezó a revivir su vida, su padre le habría escrito cartas desde antes de su nacimiento, Acabo de enterarme que voy a ser padre, no se si serás niño o niña, pero tengo que contarte lo emocionado que estoy… todas y cada una de las cartas estaban dirigidas a el, en ella su padre había escrito con minucioso detalle cada experiencia de la vida de su hijo desde su punto de vista, leyendo aquellas cartas se imagino a si mismo desde los ojos de su padre. 

Recordó detalles como su primer diente, su primera sonrisa, su primera palabra, sus primeros pasos, las cartas escritas a mano detallaban cosas que el ya tenia olvidadas, el recordó la conversación que tuvo con su padre, lo incomodo que se sintió al hablar de sexo con el, de los cambios que sufriría, el pelo que crecería aquí y allá, el cambio de voz de los cuidados y responsabilidad que implica el sexo, su vida misma estaba escrita con la caligrafía de su padre, un regalo que había pensado Javier desde su niñez. Joaquín y Mariana leyeron las cartas sentados en el piso, algunas paginas arrancaban risas y carcajadas y otras lágrimas que iban lavando sus almas página a página.

Yo soy Javier! Y haré esto cuando tenga mi hijo