jueves, 13 de enero de 2011
Irene esperaba con ansias aquella pregunta, ¿Por qué no te quedas a dormir?
Había ensayado mentalmente la respuesta, debía negarse de tal manera
que Santiago insista o mejor aun que le ruegue quedarse, la sola idea de
quedarse a solas con el le humedecía la entrepierna.
Irene
se enamoro de Santiago en el primer instante en que lo vio. Sus
espaldas anchas, sus brazos fuertes y velludos, su rostro de niño pero
velludo, su risa sincera y esos dientes tan blancos y derechitos que
parecían sacados de una publicidad para pastas dentales.
Fue
Irene la que dio el primer paso pero fue tan sutil que pareció que fue
Santiago el que la abordo, los almuerzos juntos, las salidas al cine en
plan de amigos, hasta que ella le robo el primer beso cuando bailaban en
una reunión luego del trabajo.
Santiago
parecía haber escapado del siglo del siglo XVIII, sus formalismos la
enamoraban, porque entre otras cosas, antes de el nunca nadie se
levantaba de su silla cuando ella llegaba, nadie le había tendido la
mano para bajar o subir del carro, Irene se sentía protegida con el y
la situación en la ciudad así lo requería.
Ya
nadie salía solo, una histeria colectiva se apodero de la ciudad, la
alarmante desaparición de 9 personas, 5 hombres y 4 mujeres tenían en
vilo a la ciudad, era como si la tierra se los hubiera tragado, las
familias de los desaparecidos se parapetaban frente a la sede policial
para que multiplique sus esfuerzos y encuentren a sus seres queridos.
Las madres no perdían de vista a sus pequeños, las movilidades escolares
contaban con un policía que verificaba la integridad de sus ocupantes,
la ciudad entera vivía en un pánico disimulado, no había nadie que no
supiera del caso.
Por
eso acepto Irene, quedarse a dormir con Santiago. La entrepierna le
gritaba que si, la preocupación y el miedo a que algo le suceda la
convenció de que era la mejor opción. Ambos entraron al ascensor, el
edificio era moderno y limpio. Santiago abrió la puerta con rapidez y un
olor raro golpeo a Irene en la cara.
La
habitación tenia un decorado minimalista, como si Santiago se hubiera
instalado en los últimos días, la cara se Santiago sufrió una
transformación, ponte cómoda por favor, estoy contigo en un momento.
Irene paseo por la habitación y en una esquina encontró una caja de
cartón de donde parecía provenir aquel olor extraño, la abrió con el pie
y vio algo que parecían rocas planas de color amarillento pálido, parecen huesos se
dijo a si misma. Se agacho para coger uno de ellos, todos tenían la
misma forma, solo se diferenciaban por el tamaño, en una inspección
rápida conto 18 de aquellas piezas y como un rayo, sus neuronas le
advirtieron del peligro en el que estaba. El miedo nos hace reaccionar de dos maneras nos activa los sentidos o nos paraliza, Irene quedo congelada por su propio miedo, Santiago estaba a su lado en lo que toma el parpadear y así sin mas mientras le clavaba el cuchillo en la garganta le dijo Voy agregar las tuyas a mi colección.
Impresionante...
ResponderEliminarSi es qe los psicópatas parecen normales...o seremos los raros nosotros...
Saludos
Si a veces pienso lo mismo! Que es normal!? y que no lo es??
EliminarBuuuuuuuuuu, qué miedo oye, ya estás matando gente! Jajaja, me encantó el relato, al principio pensé que la cosa iba en plan erótico, no me esperaba este final. Siempre me sorprendes, me encanta esa imaginación tuya, para cuándo el libro ah?
ResponderEliminarBeso!!!
jajajaja s ya estoy matando gente!! jajaja
EliminarMe gusta que te gusten mis historias!!
Pues cuando comence recuerdo haber pensado lo mismo, pero luego me dije y si le doy giro!! y jejejeje termino asi!
Pues en dos meses llega un equipo para mi que me ayudara muchisimo a terminarlo
jejejeje... en tu respuesta entendí que esperabas un equipo de disección, o cirujía.
Eliminarjajajaja no, un computadora que me ayudara a movilizarme mas facilmente y escribir en donde se me antoje!
Eliminarel equipo de diseccion aun lo conservo de la universidad :)
Hola Gary pasate un ratito por mi blogs para retirar tu Premio! besos
ResponderEliminarMuchisimas gracias!!!
EliminarQué trauma!!! Por eso nada de confiar mucho en desconocidos... y menos si son TAN DIFERENTES a los hombres de hoy! jejeje
ResponderEliminarMe atrapaste con el post desde el inicio!!!
Muy bueno!
Beso!
waaaaaaaaaaaaa que miedo! cheee nooo... sabes, nunca he comprado libros de miedo, porque... pues es otra cosa leer que ver un peli... las pelis no me causan nada, pero leer me transportan a MI como protagonista... // =( ahora... ya no aceptaré que Ed me invite a su nuevo depa que acaba de rentar! y bueno... por si acaso! jajajajaja Beso... (ps. eres muy BUEN escritor) <3
ResponderEliminarjajajja me sucede igual! cuando leo en cama recojo mis pies por si acaso! jejejeje
EliminarMucho ojo! mucho ojo!!
yo tambien hubiera caido redondito jejjeje, que pinche miedo oye y lo peor es que hay gente asi -w-. nomas falto la musica de tensión a la escena final XD.
ResponderEliminarbesos
Yo tambien, soy tan confiado!! jejeje si, la musiquita de psicosis! jejejeje
EliminarY tenían que ser rótulas precisamente jajajajajajaja. Desde luego, estos coleccionistas son cada vez más raros y maniáticos...
ResponderEliminarSi, hay cada gente mas rara!! yo coleccionaria meñiques! no tendria que matar a la gente! jejeje
EliminarParece al tio que colecciona huesos y hace obras de arte con él.
ResponderEliminarjajajajajajaa me has hecho reir! si, me lo imagino haciendo artesanias! shakiras, collarcitos, dijes! jajajaja pulseras! jajajaja
EliminarOMFG!!!!! Buenazo :B amo este tipo e historias
ResponderEliminarSaludotes!
Me recordaste un poco tesis, el amor siempre tiene sus peligros y la pasión a veces es una trampa mortal.
ResponderEliminarmmm la buscare! La vi hace tanto tiempo!
EliminarVoy a tener que parar de ligar continuamente. Ah no que ahora que me acuerdo no me como una rosca desde antes de la crisis. Seguro que por eso sigo vivo.
ResponderEliminarEstupendo relato.
jajajajajaja me has hecho reir! Pues tampoco es cuestion de exagerar! la dieta esta bien pero no la huelga de hambre! hay que darle gusto al cuerpo de vez en cuando! jajajaja
EliminarMi comentario no está!!! xq????
ResponderEliminar:(
??? que paso!!??
EliminarNo se!!! Ayer comenté y no lo veo aquí... me has eliminado maaaalo!
EliminarImposible, jajaja cuando se elimina un comentario, queda un mensaje , donde especifica si el comentario fue eliminado por el moderador, el autor o blogger. Vuelve a escribirlo pooooor fa!
EliminarPasé por la entrada que dejaste en el blog...Te lo repito aquí. Tengo un sentimiento que no sé explicar después de leerlo.
ResponderEliminarSaludos Gary.
Un tanto siniestro tu post, mira que coleccionar rotulas auch.
ResponderEliminarmmm pues si, un poco siniestro, pero me gusto escribirlo :)
EliminarPensé en alguien que rotulaba algo! XD No se me vino a la cabeza el coleccionista de rótulas!
ResponderEliminarjajajaja pues si, yo lo ultimo que escribi fue el titulo, mi intencion era comenzar una pequeña historia erotica, pero termino asi! jejeje
EliminarCiertamente, era de estilo minimalista: ¡ROTULAS! Claeo, que aún podía avanzar por ese camino si fueran falangetas.
ResponderEliminarEse síndrome de Diógenes..., ¡acabamos coleccionando CADA cosa!
jajajajaja Pues para gustos y colores (¿no ha escrito los autores?)
EliminarBueno a Santiago no lo imagino tan viejito para estar coleccionando esos cachivaches jajajaja
Yo me pregunto, si colecciona rótulas, ¿para qué matar a sus víctimas, si con sólo quitárselas basta? Ya sé, porque podrían reconocerlo... pero debería rever su método, dejarlas con vida y sin rótulas es más pavoroso.
ResponderEliminarUn abrazo, Gary.
HD
Ve tu a entender al loquito que le gustaria coleccionar rotulas jajaja (y peor al que escribe cosas sobre asesinos en serie que colecciona rotulas) jejeje
Eliminary este galan era farmaceutico?
ResponderEliminarHay que mello!
Yo creo que no! jajajaja
EliminarTambién podría titularse "la curiosidad mató al gato". Yo soy de los que ante situaciones difíciles me crezco, y en situaciones de pánico más. Bueno, cualquier situación de pánico excepto encontrarme con un perro con malas pulgas, jejeje.
ResponderEliminarBicos Ricos
Yo hubiera luchado y me hubiera puesto en alerta en cuanto veo huesos!! jejeje
Eliminar