Extraño muchas cosas de Lima, me sorprende extrañar es el caos vehicular, el transporte público.
En Lima
usaba el transporte publico para ir a trabajar, pero si iba a reuniones o a
encontrarme con las amistades prefería usar siempre un taxi. Que es menos
estresante en la caótica Lima. Soy de esas personas que no sabe nada de autos,
nunca me interesaron y la idea de manejar nunca me paso por la cabeza, menos
aun manejar en Lima.
Ir en
transporte publico me permitía leer en el viaje, antes podía leer 1 libro por
mes gracias al caos vehicular que me tenia prisionero dentro del bus o taxi por
30 a 40 min. Yo feliz leyendo mientras todos renegaban por lo lento que iba el
bus.
Cuando me
mude, la historia cambio. Aun no me gusta manejar y he aprendido algunas cosas
sobre el mantenimiento de los carros, pero mi nivel es mínimo. Aun no he
aprendido a cambiar una llanta, el servicio es tan barato que prefiero que lo
haga alguien que sabe.
Extraño los cláxones limeños, esa forma tan salvaje de comunicarse, me irritaba escuchar a cada rato ese sonido taladrante e innecesario, recuerdo (y puedo jurarlo sobre una biblia si es necesario) que escuche un claxon que sonaba como si fuera un buque de vapor, un sonido hiriente que te asustaba así estuvieras a una cuadra. Ayer escuche un claxon luego de muchísimo tiempo, me sobresalto, era una señal de peligro que advertía a todos los demás a estar atentos, no como en Lima que lo escuchas a cada momento.
Extraño los
vendedores ambulantes que subían ofreciendo de todo, desde no asaltarte a
cambio de una limosna o las galletas GN de coco (mis favoritas), aguja e hilo, maní
o habitas tostadas jajajajajaja ya hasta lo había olvidado. A veces podías
subir a un bus que era una discoteca ambulante, lleno de lucecitas y con música
a altísimo volumen. El cobrador te recibía con las manos asquerosas, el cabello
como con brillantina, pero era que no lo lavaba desde hacía varios días
Tulsa es
una ciudad pequeña, organizadita y relativamente limpia, las lluvias salvajes y
aire huracanados ayudan a tener las calles limpias jejejeje La gente es buena manejando,
hay accidentes de vez en cuando. Pero jamás veras a alguien a alguien que maneje
su carro como si fuera de ORION (una empresa de transporte publico que tiene el
récord de victimas y accidentes en Lima).
Y aun así extraño el caos vehicular de Lima, sus ruidos innecesarios y el hecho de poder leer mientras me iba de un sitio a otro, mientras manejo no puedo leer, hubo un tiempo que escuchaba audiolibros, pero ya escuche todos los que me interesaban y mis viajes son de 15 o 20 minutos que no es tiempo suficiente para disfrutar un libro. Ahora leo mas lento. Acabo de darme cuenta que no extraño el caos vehicular, extraño aprovechar el tiempo leyendo. Me organizare.
El caos de Caracas, fue lo primero que se me olvido, cuando me convertí en inmigrante... Aun Madrid, teniendo más población que Caracas, el tráfico fluye (los madrileños se quejan... no saben nada de nada...).
ResponderEliminarLa última vez que estuve en Caracas, estuve en un intersección, que controlaba supuestamente un semáforo... 45 minutos, intentando salir del atolladero... no exagero con el tiempo
saludos
Jejejeje si, la otra vez escuche quejarse a una compañera de trabajo de quejarse del trafico! jajajajaja si supieran!
EliminarTe creo!! y si habia un accidente , se demoraban mas! y si no habia energia electrica!! Señor recogenos! jajajajaa
Tiene sus pros y sus contras, como todo. Pero al menos acá nunca fue algo agradable el transporte público. Se usa cuando no hay alternativa. Un mal necesario, digámoslo así.
ResponderEliminarDesde que llegue a Tulsa no he podido usar el servicio publico, se que pasa cada media hora! Y eso en invierno es mortal!!
EliminarMuy buena tu entrada
ResponderEliminarte dejo un abrazp ;;lleno de mieles
Muchisisisisisimas gracias! y tambien por las mieles!
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