Jonás, cuando era niño lo
fastidiaban por su nombre, en la secundaria era el objeto de la envidia de
mucho de sus compañeros, pues Jonás evoluciono en un jovenzuelo guapo. Sus
pestañas largas, sus cejas tupidas, su mandíbula fuerte, su mirada expresiva y
esa sonrisa encantadora que arrancaban suspiros (de todas mis técnicas).
Jonás es de esos tipos
que tienen un cuerpo escultural y moldeado sin necesidad de hacer ejercicios,
pero claro la naturaleza no pone todos sus huevos en la misma canasta y esta no
era una excepción, su belleza exterior contrastaba con su horripilancia
interior.
Jonás es presumido, se sabe
guapo y se aprovecha de ello, las cajeras en el banco le atienden con una sonrisa,
sus maestras le perdonan algunos errores y una profesora en la universidad se
le insinuó descaradamente y fue así como comenzó su carrera.
Se dio cuenta que podía
sacar provecho de su físico, su trabajo era de medio pelo pero con su mínimo
sueldo podía darse lujos que sus padres no entendían. Relojes caros, ropa a la
moda, cenas y bebidas para sus amigos, que en realidad era personas tan
superficiales como él.
Poco se sabe de la
prostitución masculina, muchos asumen que solo las mujeres lo hacen pero la
realidad es otra, Jonás lo sabe muy bien. Las mujeres que emplean sus servicios
son mujeres casadas y abandonadas por sus maridos por dedicarse a trabajar y si
no se divorcian es porque saben muy bien que es mejor estar con sus esposos que
sin ellos.
Me cuenta sin el menor
rubor que la plaza esta floja, que las Tías se han puesto más tacañas, yo le
digo en broma que quizás ahora tiene más competencia y que por eso sus ingresos
disminuyen.
La disminución de sus
clientas ha hecho que sea menos selectivo, antes atendía solo llamadas de la Molina o de San Isidro, pero ahora se aventura a otros distritos. La promoción
de servicios es (literalmente) publicidad de boca a boca.
Ahí fue donde comenzó su
ruina y vergüenza. Pues resulta que Lima es un pañuelo. Atendió la llamada de
una clienta nueva, tomo sus datos y anoto la hora pactada, el viene cada dos
semanas a abastecerse del viagra necesario para sus “actuaciones”, fue así como
lo conocimos.
Pues para no hacerla larga, le paso lo que le pasa a todos, al abrirse
la puerta la recibe una tía en segundo grado que no lo reconoció pero el a ella
sí. No pudo cumplir su trabajo. Pues ha descubierto que a su tío (el primo de
su mama) le ponen los cuernos con gente como él.
Que feo, o que vergüenza más bien, porque si ha de dar penita que te suceda eso
ResponderEliminarEn fin, igual el pobre tenía que vivir de algo
Saludos!
jaajjaa si de algo tiene que vivir y ganarse el pan con el sudor de su .... jajajaja
EliminarAsu! Qué fuerte el final!
ResponderEliminarPobre Jonás, me dio un poco de penita :(
a mi no mucho, es un pedante espantoso
EliminarAsu, qué fuerte final...
ResponderEliminarMe dio penita Jonas :(
Un beso grande!
a mi no mucho, es un pedante espantoso
EliminarA la larga esas cosas te pasan factura. Dicen que los feos soportan mejor la vida porque desde que nacen están enfrentando adversidades. Los bonitos como la “han tenido fácil” a veces no soportan las caídas.
ResponderEliminarO sea, somos, casi casi... invencibles
EliminarYo soy invencible, Eduardo se computa guapo.
EliminarJaja. Gary, los rumores vuelan. No hay como tener una buena página para anunciarse y aun así no te libras de los rumores.
ResponderEliminarBicos ricos
jajajajaja te evo bien informado!
EliminarPero Gary, siempre pasa que existen èpocas que estamos al borde del meretricio jajajaja.
ResponderEliminarComo han dicho por alli la belleza no es eterna pero hay que sacarle provecho mienstras dura jejeje.
Abrazos.
jajajaja si tu lo dices!
Eliminar¡Hey! La historia está buena; se puede pulir un poco, pero se lee de un tirón.
ResponderEliminarBacán.
muchas gracias!
EliminarNo le debe caer de sorpresa moviendose en ese mundo puede encontrar a cualquiera.
ResponderEliminarBeso Gary
pues si!
EliminarEn defensa de Jonas, debo decir que es mejor dar que recibir.
ResponderEliminarjajajajaja si es muy cierto!
EliminarQué decir, pobre Jonás, qué difícil su vida :(
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