6 metros de soga para Judas

Judas corría con todas sus fuerzas, no podía borrar de su cabeza la mirada del Nazareno, en esos ojos había perdón, así era él, su mirada expresaba todo lo que quería decir y a él lo había perdonado ya mucho tiempo atrás incluso antes de haber nacido, el ya estaba perdonado.

Ahí estaba el (Jesús), golpeado y maltrecho en la mitad de la noche delante de los maestros de la ley que con sus lenguas viperinas trataban de acusarlo, pero él estaba calmado, con una paz que irradiaba con solo verlo, pero los maestros de la ley eran víboras de sangre fría.

Sus piernas empezaron a flaquear por el cansancio justo cuando los primeros rayos de sol empezaban a romper la noche, cansado vio a la bella Jerusalén a lo lejos. Sus ojos acuosos y el pecho frio por el arrepentimiento y se sentó en el suelo para recuperar el aliento.

No te sientas mal hermano, escucho una voz, volteo para ver pero no había nadie, el sol iluminaba ya el día y todo era claro y nítido ante sus ojos cansados, de pronto sintió una mano posarse Paz hermano, no tengas miedo. Y esta vez sí pudo verlo, era un hombre idéntico a él, pero sin sus imperfecciones, su piel no tenía arrugas ni cicatrices y en cierta forma era bello, Mi nombre es Luzbel, al escuchar el nombre Judas tembló de miedo.

No tengas miedo hermano, Tu y yo somos las victimas de su juego, somos los peones que se deben sacrificar para que lo adoren, las palabras de Luzbel embelesaron a Judas había algo en el que era atrayente y repelente al mismo tiempo. ¿Acaso te has puesto a pensar en las hormigas que matas cuando caminas? Judas se limito a negar con la cabeza, el tampoco lo hace, no importa cuántos hombres mueran para completar sus planes.

Tú no tienes culpa alguna hermano dijo abriendo sus brazos en la misma expresión que tenia Jesús cuando hablaba, judas recordó que Luzbel vendría a ser el hermano mayor de su Maestro. Al recordarlo la pena volvió a apretarle el corazón.

No temas por su muerte a él le darán un regalo que a todos los demás se les ha negado y que nadie más recibirá! No te parece extraño que él dijo señalando arriba con el dedo le entregue al tartamudo de Moisés sus 13 leyes, son 10 dijo Judas, No hermano, son 13, incluso en eso te han engañado, pero no me cambies el tema, El volvió a señalar arriba El les pide a ustedes que no maten pero él es el más grande asesino.

Judas lo miro con espanto decir eso era más que una blasfemia, Luzbel adivino sus pensamientos Que crees que paso con el Diluvio? O los soldados egipcios ahogados en el mar rojo, la pobre gente de Sodoma y Gomorra, y la séptima plaga en Egipto, esos pobre primogénitos, El quiso la vida de Isaac, pobre Abraham, la lista de asesinatos es enorme y créeme puedo recitarte todos los nombres de los muertos bajo sus órdenes, no te culpes por la muerte de mi hermano, tu eres solo un engranaje en una maquinaria sin sentido.

Pero Judas ya no estaba para explicaciones, empezó a correr huyendo de Luzbel, el ángel caído cerró los ojos y vio lo que sucederá, Judas colgando de un árbol mecido por los vientos de oriente, una sonrisa se dibujo en sus labios.