Jugadorazo!!!

Ya he comentado que jugando al futbol soy malo pero me divierto jugando y me aburre a muerte mirarlo! Cuando estaba en 2do de primaria se hizo una "Campeonato" y a cada salón se le asigno un país al azar y para suerte mía me toco Perú.

Se acerco la profesora Cristina con su rostro equino y mal afeitada me pregunto ¿Cual va a ser tu numero? mi expresión bovina le hizo saber que no le entendí la pregunta , todos los jugadores tienen un numero en la espalda que los identifica, ¿Que numero escogerás? yo era más ignorante que ahora (estaba en 2do de primaria) y no sabía nada de esas cosas Quiero ser el 3275 dije con una sonrisa en el rostro.

Expresión bovina jajajajaja

La profesora levanto una ceja, ¿estás seguro? yo asentí varias veces feliz y contento, me miro otra vez levanto los hombros y anoto en su cuaderno y continuo con el niño de mi costado.

Yo llegue a casa saltando de felicidad, mi mama (bien linda ella) le encargo a una señora tejedora que me haga la camiseta de la selección peruana, pero hubo un terrible error, la pobre señora (iletrada ella) entendió mal las indicaciones de mi mama e hizo la camiseta al revés, hizo un polo rojo con una raya blanca cruzando el pecho y faltaba un día para el campeonato. Yo estaba triste!

Pero mi mama (genial ella) resolvió el asunto, cogió un polo blanco luego cogió un pedazo de tela blanca y lo sumergió en aseptil rojo y obtuvo la franja roja, cuando estaba seco lo cosió obtuvo algo parecido a esto.

Así se veía por detrás.

Ya dije al comienzo que soy malísimo, el partido fue una masacre, parecía una puntuación de vóley! no de futbol, Yo era el único que jugaba con un numero de 4 dígitos en la espalda y el calor y el sudor  hizo que la franja roja de mi polo se decolore y parecía que yo me desangraba, todos me señalaban y yo pensaba que era por lo bien que jugaba jajajaja El partido termino en 12 a 3, no sé cómo se metieron esos 3 goles, pero juro que yo no tuve nada que ver.

Yo creo que aquel día hice el ridículo pero me divertí y mucho, mis recuerdos más intensos son los de mi madre.