Por cuanto tiempo mas...

Siento el sabor salado de la sangre! Mi sangre! Abro mis ojos lentamente, el dolor me impide moverme, veo mis brazos pero no los siento, me faltan dos dedos en la mano derecha y mi brazo izquierdo esta doblado de forma no anatómica. Trato de respirar pero me duele.

Veo mi piel azulada y pálida, como la piel de un muerto. Giro mi cabeza y un dolor inmenso me atraviesa, veo personas muertas alrededor mío, veo al niño que vi jugando con una pelotita de plástico luminosa cuando partimos de la terminal, veo a su madre o lo que queda de ella, la mitad para ser exacto, no sé cuánto tiempo ha pasado pero sé que ha pasado mucho tiempo, la sangre alrededor mío está seca, alcanzo a ver mi reflejo en un pedazo de vidrio y tengo la cara hinchada y un ojo totalmente cubierto en mi sangre.

Esta amaneciendo, hay más luz ahora, el sabor a salado del mar me golpea, respiro despacio, respirar me duele, mi cuerpo pierde fuerzas poco a poco, percibo voces, pero no son de los pasajeros, deben ser rescatistas, los bomberos seguramente.

A pesar del dolor giro un poco la cabeza y veo que estamos en un precipicio y varios metros abajo el mar, las olas rompiendo en una playa rocosa, veo la arena que se desliza y los restos del bus se mueven, si siguen moviéndose caeremos por el precipicio.

Veo llegar a un hombre gritando el nombre de una mujer, está llorando por un familiar seguramente, Deténgase! Escucho gritar a alguien con un altavoz. Luego percibo que el metal torcido que me atrapa empieza a tensarse y subir poco a poco. Una grúa seguramente nos arrastra y me aleja del precipicio.

Me pareció una eternidad la subida, veo a los hombres de rojo, uno de ellos hace muestras de asco al ver al cadáver de la madre y al mover el cuerpo del niño veo que sus piernas no están, cayó al piso como un pedazo de madera. No hay sobrevivientes  grito el bombero, todos están muertos… Yo intento gritar con todas mis fuerzas pero solo logro producir un gemido débil casi insonoro, intento mover mi cuerpo pero no tengo fuerzas…

Martínez! Saque las bolsas ! Le escucho decir a un bombero, alinea los cadáveres aquí, que la unidad 23 asegure los rieles para poder rescatar los cadáveres del precipicio…

Veo retirar los retazos de cuerpo uno a uno hasta que llegan a mí y el bombero me mira extrañado, se detiene me mira detenidamente ya mis fuerzas no me alcanzan y haciendo un esfuerzo puedo mover mis ojos, pero es suficiente, Comandante! Comandante! Este está vivo! Hay un sobreviviente!! Solo me queda una duda, por cuanto tiempo más seguiré asi…