Animus jodendi: Starbucks

Hay ocasiones donde me despierto con ganas de joder al prójimo y no puedo evitarlo. Afortunadamente esto no ocurre todos los días y me dura unas horas! Jajajaja

Varios compañeros de trabajo me pasaron la voz para salir a comer, cerca a mi trabajo hay un centro comercial y el punto de reunión de mis amigos es siempre el bendito Starbucks, a mí la verdad no me gusta mucho el pagar por un café algo de 6 soles, no es que sea tacaño, pero me parece una mongada. Ok, si! Algunos son riquísimos, pero me caen antipáticos.

Bueno resulta que yo estaba con la nevada encima (de mal humor) sentado en esas sillas metálicas tan anti anatómicas, me imagino que es para que la gente consuma rápido y se vayan. Se acerco el mozo, un jovencito con carita de niño inocente y con una sonrisa bien ensayada nos saludo y nos entrego las cartas.

¿Tienen algo helado? Pregunte y el joven bien entusiasmado abrió la carta paso algunas páginas y me mostro helados hechos en base a café que se veían riquísimos. Mi amigo pidió un café de nombre extraño, el mozo atento nos pregunto con voz melodiosa de radio romántica, ¿Desean algo para acompañar su pedido?.

El mozo se parecia a el

Y Yo siempre por jorobar pido cosas que se que no van a tener, SI, por favor deseo un pan con torreja (la torreja es huevos y verduras varias) el mozo no sabía que responder y luego de unos breves segundos dijo amablemente Caballero no tenemos, pero … lo interrumpí y no deje que vuelva a abrir la carta, bueno entonces quiero un pan con atún! Tampoco tenemos señor, Pan con camote? Palta? Huevo?

Cada pregunta mía lo ponía nervioso, como si decirme que no tienen ese tipo de sándwich fuese un pecado innombrable y yo por dentro me moría de risa aunque por fuera mi cara era de fastidio cada vez que el mozo me decía que NO, mi amigo Iván se mataba de risa.

¿Bueno joven entonces que cosa tienen?, el mozuelo con la mano casi temblando abrió la carta y me mostro los sándwich que si tenían y mis favoritos brownies. Hice mi elección y pobre mozo salió disparado.

Iván se aseguro de decirme hasta de que me iba a morir! Gary! Porque jodes de esa manera? Has asustado al chibolo! y bueno tenía razón, lo asuste, el pobre debe lidiar con gente mas antipática y estirada todos los días para que reaccione de esa manera y la verdad que me sentí muy mal. No sabía cómo arreglar lo que había hecho.

Asi que cuando pedimos la cuenta, le dije al mozo Quiero hablar con el administrador. El mozo se puso pálido, ¿Ha ocurrido algo señor? SI, le conteste, por eso quiero hablar con el administrador. La carita le cambio al chibolo, ahí me di cuenta que Yo la había cagado muy feo! Pero esta era la única manera de arreglar todo. El mozo se llevo el cuaderno de cuero con el dinero y hablo con un joven mayor que él pero muchísimo menor que Iván y Yo, calculo tendría 24 años el administrador.

Se acerco el mozo acompañado de su administrador, Caballero, ¿digame, ha ocurrido algo? Se le veía nervioso, pero no tanto como el mozo que estaba dos pasos detrás, Me levante ya para irme y vi que el administrador me llegaba al hombro. Trate de juntar toda mi sinceridad y arrepentimiento por hacer pasar un mal rato al pobre mozo y le dije:

Yo se que solo existe el cuaderno de reclamaciones y es que usualmente lo llaman solo para quejarse, pero No, yo solo quiero decirle que ese jovencito tiene una paciencia de Santo y que atiende muy bien y quería que usted lo sepa, una sonrisa apareció en la carita del mozo y me sentí mejor. Iván cogió el cuadernito de cuero en el que venía nuestro vuelto (calculo que más de 50 soles) y muy suelto de huesos le dijo El vuelto es para ti, considéralo tu propina dijo mientras me arrastraba fuera del Starbucks. Y fue así que me quede sin vuelto, pero con una lección aprendida! No jodas al prójimo!