Mi pequeño Ateito!

… y así se encomendó el pastor a nuestro querido Dios! Que es Padre, Hijo y espíritu santo. Así termino su historia el padre Jacobo quien enseña religión los últimos 14 años, su historia fue bien recibida entre sus alumnos quienes aplaudían como se aplaude cuando uno está contento, excepto un niño que miraba al techo como si en su superficie pudiese encontrar la respuesta a la pregunta que inundaba su cabecita.

Padre! Dijo Javier mientras levantaba su manito para pedir la palabra, esto de que Dios es padre, hijo y espíritu santo no lo entiendo muy bien. Jacobo aliso su sotana y con una sonrisa se dirigió a todo el salón.

Es uno de los grandes misterios hijos míos! Es uno de los grandes misterios.

Ah entonces no lo sabe Padre! dijo con una sincera expresión de desencanto en esa carita de niño bueno.

Jacobo, el buen Jacobo, lo miro y reconoció su ignorancia asintiendo.

Padre Jacobo, el Profesor Polo nos enseño en matemáticas los quebrados y Yo pensaba que el Padre, el Hijo y espíritu son entonces la tercera parte de Dios, no es así. Los ojos de Jacobo se abrieron como platos, No hijo los tres son uno solo. Javier lo miro confundido . Hubo un momento de pausa y luego volvió a disparar otra pregunta

La Sra. Murguía en geografía nos enseño un mapa donde se mostraba los países monoteístas y los politeístas y yo tenía vergüenza preguntar qué significa, dijo Javier avergonzado mientras miraba al piso, Jacobo se acerco y con cariño desordeno el cabello de Javier, Monoteístas son los que adoran a un solo Dios y Politeístas los que adoran a varios, el rostro de Javier se ilumino con una sonrisa, Nosotros entonces somos politeístas ¿No es así Padre Jacobo? No muchacho que cosas dices! Pero Padre, adoramos a más de uno, al Padre al Hijo y al espíritu santo! Lo has entendido mal hijo!! al terminar sus palabras la sonrisa de Javier había desaparecido.

Padre Jacobo y ¿Dios con quien tuvo al hijo?, porque mi papa dice que solo las mujeres pueden tener hijos y que para eso necesita siempre de un pene y una vagina, ¿Dios tiene de los dos? El buen Jacobo miro al techo como si en la superficie pudiese encontrar las respuestas a las preguntas que ahora inundaban su cabecita.