La muñequita letal

El sabor salado de su sangre fue lo primero que sintió luego del golpe, los dientes que salieron por la fuerza del golpe reposaban en su lengua. Y lo único que pudo hacer fue escupirlos hacia el rostro de su torturador.

Muñequita, el torturador, así le decían, era letal en todos los sentidos, su cuerpo era extraño, estilizado y amanerado, la forma de caminar y la forma de sujetar su cigarro. Apoyando el codo en la otra mano mientras sujetaba el cigarrillo con dos dedos. Su rostro manchado ahora de sangre y saliva no escondía su asco, saco un pañuelo con bordados, se limpio como hacen las mujeres para quitarse el maquillaje, se arrodillo ante su víctima y con voz amanerada le dijo, No te vas a salvar perro! No te vas a salvar!! mientras le apagaba el cigarro en el parpado.

Juan sintió el olor a carne quemada de sus parpados y trato de no gritar pero no lo logro, sabía que no saldría vivo y quería morir ya! Intento morderse la lengua pero le falto el valor para hacerlo.

Muñequita sintió la vibración de su celular antes de que comience a sonar, saco el celular y vio la pantalla, de esta llamada depende tu vida!, le dijo mientras intentaba hundir el tacón de su zapato en el escroto de Juan, quien ahogo un grito y perdió el control sobre sus esfínteres.

Muñequita solo respondía en monosílabos, la conversación fue breve, Muñequita caminaba alrededor de Juan como si fuera modelo de pasarela, lo vio con asco, el olor de las heces empezaba a inundarlo todo, Y con indiferencia pregunto, Juan ¿Sabes nadar?