Mortis!

La primera vez que vi un muerto tenía siete años, yo subía por las escaleras que me llevarían a mi  colegio muy cerca del hospital donde trabajaba mi madre. Yo subía apurado pues desde que era chico no me gustaba llegar tarde, volví la cabeza al lado derecho y desde ahí podía el patio del pequeño hospital y ahí en el centro había un hombre desnudo con un costurón enorme en forma de “Y” que iba desde los genitales hasta el cuello, yo me quede mirando un rato y luego corrí asustado. Cuando uno es niño olvida rápido. Estoy seguro que tuve un día normal hasta que salí del colegio, volvía a casa y como siempre entraba al hospital para ver a mi mamá. 

Yo había olvidado lo que había visto, correteaba por el patio que tenía un piso de cemento muy áspero lo recuerdo muy bien, yo arrastraba mis zapatillas y estas hacían un sonido particular, iba yo arrastrando mis pasos cuando en una esquina del patio vi unas latas de aceites y arrastrando los pies me acerque y pude ver el contenido, ahí estaban las vísceras del hombre que había visto en la mañana, eran de colores vivos, rosados, rojos, anaranjados y algo verde, lo recuerdo todo, yo me asuste y corrí rumbo a casa que estaba literalmente a escasos metros del hospital.

Poco tiempo después en Lima vi el cadáver de mi abuelo en un ataúd oscuro y cubierto con un vidrio, eso tampoco lo he olvidado, ese rostro no era el de mi Papá Andrés ese que me cargaba y me hacia volar por los aires, ese que peleaba box conmigo y siempre me dejaba ganar.

Muchísimos años después cuando hacia mi internado en el hospital militar pasábamos por una mañana muy fría. Había un soldado que peleo en la guerra con el Ecuador en el 95 que tuvo la desgracia de haber pisado una mina, no tenía piernas y las esquirlas habían perforado su cuerpo lastimándolo para siempre.

Ya he olvidado su nombre pero me acuerdo mucho de él, era un chico de 18 años, yo ahora le doblo la edad! Y como todo chico de su edad era juguetón y travieso, molestaba a sus compañeros, arrojando las almohadas a diestra y siniestra, era un alma juguetona! Esa mañana en el C33 (así se llamaba el pabellón asignado para la tropa) ya habíamos pasado la visita médica y yo estaba recogiendo las historias medicas para ver que  medicación recibirían los pacientes cuando de pronto este chico empezó a sufrir una crisis asmática, la reconocí de inmediato porque yo las tenia de niño! Empezaba a ahogarse, grito desesperado y eso atrajo la atención del R2 (medico residente en 2do año de especialidad) que reacciono rapidísimo, Yo me quede petrificado, asustado, el doctor lo cargo en peso y lo coloco en el piso, las enfermeras corrieron por el material necesario le dieron RCP por un laaaargo rato y yo seguí ahí mirando estupefacto! Pero hubo un momento en el que me di cuenta que ya se había ido, sus ojitos dejaron de brillar y sus labios se pusieron morados. Ya se fue, dijo el medico cogió la historia y siguió viendo a los demás pacientes.

La enfermera me desahuevó pidiéndome que la ayude a levantar el cuerpo, yo la ayude y luego me fui de frente al sótano, a los vestidores a llorar de pena por aquel chico al que ahora le doblo la edad.

Es un pesimo post lo se! pero la tristeza me envuelve en este momento.