Yo
tengo un amigo ciego, lo conocí hace años cuando trabaja en la Clinica San
Pablo, él era el encargado de la central telefónica. A mí me pareció un
detallazo que el dueño de la clínica le de la oportunidad a alguien con capacidades
diferentes para que pueda trabajar.
La
central telefónica está ubicada en el hall principal lo que hacía que todo
paciente al llegar vea primero a Juan de Dios (así se llama), a algunas
personas les chocaba ver a un ciego dando informes, incluso a mi cuando lo
conocí me pareció extraño, pero que equivocados estábamos, Juan de Dios sabía
de memoria los horarios de los médicos, la ubicación de todas las oficinas de
la clínica, el tiene una memoria increíble.
Hacer
amistad con el no fue difícil, era extrovertido y muy buen conversador (algo
que me vacila en todas las personas), poco a poco fuimos agarrando confianza y
lo que fue una torpeza mía termino como una broma entre los dos, Yo al
despedirme a veces de manera automática siempre digo Nos vemos, me di cuenta de mis palabras cuando ya estaban
fuera. Le pedí disculpas por mi torpeza, pero de buen ánimo me dijo que no
sentía ofendido. Y cuando se despedía me decía siempre ¡Nos Vemos Gary!
Conversar
con Juan de Dios era un deleite, leía mucho y gracias a los audio libros podía
estar al día en cosas que antes no podía acceder, era un maestro en el doble
sentido y su sarcasmo era finísimo, me hacía reír muchísimo. El mientras
trabajaba en la clínica estudiaba para ser profesor y cuando cambie de trabajo
le perdí el rastro.
Hace
unos días lo volví a ver, estaba en el paradero con ese palito que se dobla
que usan los ciegos y en el pecho llevaba un canguro y en él una bebita. Yo lo
reconocí de inmediato al verlo, lo primero que imagine es que subiría a un
carro a vender caramelos o algo así, pensé que la situación para el pudo haber
cambiado, Me acerque para saludarlo no estaba seguro si se acordaría de mi. Me
aproxime y le toque el hombro Hola Juan de Dios!
Soy Gary Rivera! ¿Te acuerdas de mí? Su respuesta me decía que no se
había olvidado Hooooola ¿Hace cuanto tiempo que
no nos vemos? dijo con una sonrisa, en breves minutos nos pusimos al
día de nuestras vidas. Ahora ya es profesor y enseña a otros niños como él,
llevaba a su hijita al pediatra y como tenía el día libre se ofreció a
llevarla.
El
sol apareció por entre las nubes y sus rayos acariciaban a todos, Yo note que
la hijita de Juan de Dios no era ciega, ambos cerramos los ojos cuando el
reflejo del sol nos dio en la cara, algo que él no pudo hacer. Hubo una
pregunta que me hizo Juan de Dios que origino esta entrada, una pregunta que me
lleno los ojos de lagrimas y que hizo que mi voz se quiebre por un momento ¿Gary mi hijita es linda? , Yo respire hondo
la mire y respondí, Esta bebita es preciosa!
Debe de ser igualita a su madre! Y ambos nos reímos mucho.
No
imagino ser padre y no poder ver a tus hijos, el color de sus cabellos, sus
facciones, moverse en un oscuro mundo de tinieblas sin poder ver a lo que más
amas. Juan de Dios no deja de asombrarme, Yo agradezco y valoro mas el poder
usar mis ojos y ¿tu?
Siempre me ha maravillado la capacidad de los ciegos para sobreponerse a su desgracia y empezar a valorar aspectos de la vida que nosotros ignoramos por comunes. Suelen ser gente muy extrovertida y de risa fácil. Sólo con eso ya me tienen conquistado.
ResponderEliminarUn beso (a oscuras)
Admirable. Conocer a personas como Juan de Dios nos pone a pensar y ver la vida desde otra perspectiva... y mucho mejor.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bonita historia, como siempre, pero nos habla de la increible capacidad de superación de los seres humanos, y luego, nosotros, que no tenemos ninguna discapacidad, ningun problema, nada grave, nos desmoronamos y nos agobiamos como nenazas ante el menor contratiempo de la vida... ¡Cuánto tenemos que aprender del resto de nuestros semejantes!
ResponderEliminarUfff, pues por tu culpa ahora no veo bien, se me ha puesto una nube en los ojos y una lágrima que lo cubre todo. Pues yo creo que todos los sentidos son importantes, pero la vista, sin lugar a dudas, importantísima. No es la primera vez que pienso en la reflexión de tu post de hoy, siempre había pensado que con el tacto podían reconstruir más o menos como serían las facciones de un ser querido, por lo que cuentas, no. Siempre les quedará el sonido que es algo también muy importante y el tacto.
ResponderEliminarBicos Ricos
De alguna manera siempre es así, valoramos las cosas cuando no las tenemos o vemos a alguien que podría ser infeliz por no tenerlas pero que valoran otro tipo de cosas que les hace feliz.
ResponderEliminarAdemas, un gran ejemplo de superación para muchos n
Un beso
Parmenio : Juan de Dios es un ser excepcional y ahora es padre, que suerte tiene su pequeña.
ResponderEliminarOKIPERU ® : te doy toda la razon.
Observatorio Gay Granatense :Si hay mucho que aprender de los demas y de nosotros mismos.
Pimpf: sorry mi intencion no es poner triste a nadie (aunque a veces sucede) pero sentia que debia de contar lo que me paso el sabado.
Kotei : coincido contigo, a veces no apreciamos lo que tenemos hasta que "vemos" a alguien que no tiene los privilegios que nosotros si.
son muy independientes algunos ciegos, que bueno que sea ya profesor, supongo que no debe haber muchos xa otros ciegos
ResponderEliminarRoger: tengo entendido que son pocos pero hay!
ResponderEliminarMe pongo sensible con historias así. Nunca he tenido un amigo ciego, ni conocido, de imaginarme su estado entro en desesperación.
ResponderEliminarQué pregunta tan 'fuerte' te hizo, yo me hubiera quedado helado, sabiendo qué responder pero sin saber cómo decirlo.
Excelente historia, maestro Gary.
Aldo Rubén : Ser ciego debe ser terrible, sin embargo ver como se superan a pesar de eso es inspirador. Si la pregunta me dejo de una pieza!
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