Don Gato!

Cuando era niño mi tío favorito me decía Don gato, primero porque era fanático de esos dibujos animados y segundo porque luego de los perros los gatos han sido las mascotas que más he tenido.

Mi tía tenía un gato que se llamaba Cucho, me decían que ese gato era mudo pero la verdad no lo recuerdo, Connie y yo tuvimos varios gatos de todos los colores y tamaños, pero tengo fijos recuerdos de tres de ellos. 

Cucho se parecia a este gato!

Pepe era un gato persa a mi me parecía de color verde! Era el gato mas ocioso que he conocido, era inmenso! Se desparramaba en el sillón y no había poder humano que lo moviese, mi abuela se sentó mas de una vez encima del pobre y el muy ocioso no hacia el mas mínimo (o debo decir minino) esfuerzo por liberarse. El gato era un costal.

Este era el estado natural de Pepe!

Luego, vino un gato con una mentira colosal. Le hicimos creer que a mi mama que la dichosa gata era un regalo de mi padrino, una preciosa gata siamesa! Nunca he visto una gata tan promiscua en mi vida! Mi madre la soporto con buen talante, pero nos hacia sufrir con las camadas que llegaban cada dos meses, Connie y yo nos encargábamos de conseguirles un hogar, a veces íbamos por la calle preguntando a la gente si querían un gatito, unos nos decían que si y otros que no. Y cuando no conseguíamos un hogar dábamos rienda suelta a nuestras habilidades histriónicas para que mi mama no los “desaparezca”.

El tercero fue Tom, le pusimos así porque era como el de los dibujos, este gato tenía un severo retraso mental, si has visto las torpezas en la televisión de su homónimo, este gato era torpe con ganas, se caía de los bordes de la mesa, calculaba mal sus saltos y siempre terminaba estrellándose y nunca cazaba nada.

Los gatos como mascotas son raras, no son como los perros que se mueren por agradarte, a los gatos les importa un pito, es como si nosotros fuéramos sus mascotas.

Hace mucho que no me dicen Don Gato! Ayer conteste el teléfono y mi tío me llamo como lo hacía cuando era niño y me transporté en el tiempo, cuando mi mundo era más sencillo y más pequeño