Un recuerdo de Papá

Cuando pienso en mi papa la mayoría de las veces vienen a mi muchos recuerdos tristes pero para evocar buenos recuerdos debo de hacer un esfuerzo. Buscando en mis recuerdos encontré esto.

El siglo pasado el terrorismo hacia lo que quería en el Perú, mi papa era del ejército y su trabajo tenia a toda la familia pendiendo de un hilo. Mi madre, Connie y Yo vivíamos en Arcata un centro minero a 8 horas de Arequipa, esto hacia que no veamos a papá como se debería.

Una de las veces que estábamos todos juntos en Arequipa decidí ir a ver a mi papá, Yo tenía 8 años y como sabia el camino de memoria le dije a mi mama que iría a ver a Toto (así le digo a mi viejo) no había oscurecido aun y mi mamá no vio ningún inconveniente en que lo vea.

Iba yo caminando por las chacras (plantaciones) de cebollas que es lo que más produce Arequipa aparte de arequipeños claro está, iba por ahí porque era la única forma de cortar camino. Y me entretuve no recuerdo con que, tal vez el sutil olor de la vegetación o el aroma de la tierra removida pero cuando me di cuenta ya había oscurecido y me asuste. Me asuste muchísimo, el viento entre las hojas genera un silbido muy particular, me senté en el suelo un momento que pudo ser media hora o más, conociéndome tal vez imagine fantasmas acechándome. 

Mientras tanto mi mama había llamado a Toto para avisarle que yo estaba en camino y que esté atento. El trayecto a mi me tomaba quince minutos y ya había pasado media hora o mas y mi papa me seguía esperando. Yo imagino que mi papa se preocupo y como es costumbre entre los militares tuvo que rendir cuenta a sus superiores jejeje entonces me imagino que se comunico con mi mama y fue ahí donde se armo el quilombo.

Luego de un buen rato de estar sentado sobre la tierra me moría de frio así que intente juntar el valor que me quedaba, me pare y escuche un grupo de hombres marchando, el sonido de las botas contra el asfalto es muy familiar para mi, luego una voz que daba indicaciones, el batallón se dividiría en tres. Lo primero que pensé es que era una intervención militar, el terrorismo estaba en todos lados y Yo no pensaba quedarme en medio de ellos. Regrese a mi casa corriendo y cuando llegue las luces estaban apagadas, no había nadie yo era un niño y no tenia llave.

De pronto escuche otra vez el sonido de las botas y luego vi a los soldados patrullando y me escondí como pude. Salí cuando los vi doblar la esquina  y me senté en la vereda frente a mi casa, esperando a que llegue mi mama, paso casi una hora. Cuando sin que Yo me de cuenta un soldado apareció y me pregunto ¿Tu eres Gary?

Yo no dije nada y solo asentí varias veces, lo que parecía una mochila era una radio del ejército, desplego una antena enorme y con una especie de intercomunicador dijo “Rojo Cero! Rojo cero, encontramos el paquete!” se escucho una voz distorsionada que respondía con una pregunta, “¿Ubicación del paquete?”, “frente al nido” respondió. En 10 minutos aparecieron mis padres.

Pocas personas pueden decir que su padre movilizo un batallón para buscarlo. Mis viejos se llevaron un susto tremendo, Yo lo tomo como una anécdota maravillosa de lo mucho que me quiere mi padre